Por Javier
Cornejo
Desde los más
diversos ámbitos, políticos, económicos, sociales, médicos; se especula con la conducta de la
Señora Presidente Fernández.
Se incursiona en
variadas conjeturas de alteraciones que mezclan realidad con ficción, conductas
de polaridades complejas, en fin, un sin número de “entendidas recetas” para
interpretar los actos y dichos de la Primer Mandataria Argentina que repercuten
ostensiblemente en todos los ámbitos nacionales, y en muchos casos trascienden
nuestras fronteras incursionando en el peligroso mundo en el que estamos
inmersos, del que inexcusablemente
formamos parte.
No debemos
confundirnos, la Presidente no está enferma.
La Señora
Fernández de Kirchner no es ninguna
“alterada”.
Es la mejor farsanta que desempeña a la
perfección la escenificación del mensaje impuesto por las mentes emergidas de
los centros de altos estudios de Oxford, Cambridge, que le fueran sintetizados
y comunicados por la propia Reina Isabel II el 2 de abril de 2009, oportunidad
de la reunión de ambas mujeres en el Palacio de Buckingham. Libreto que fuera
monitoreado en forma permanente, hasta estos días por los estudiosos de esta
“colonia olvidada”.
El gatopardismo
puesto en escena está dirigido a cumplir
acabadamente con la construcción de las
bases sobre las que se acelerará nuestro fraccionamiento geográfico y
desintegración nacional, llevadas a la práctica
con minuciosa precisión: desmantelación institucional y de toda
infraestructura, drogadicción generalizada, delincuencia atroz, destrucción
familiar, indigencia y pobreza en progresión geométrica, conflictividad de
sexos con la introducción de una alteración conceptual de “género” en el que
todo masculino debe ser eliminado, abortos indiscriminados, una tasa de
nacimientos contractiva, aniquilamiento demográfico, irascibilidad creciente,
abulia que imposibilita toda mentalidad laboral, abdicación soberana
territorial y monetaria que desemboca en un endeudamiento perpetuo que se
materializará en el inminente “canje de deuda por territorio”.
El despliegue de Cristina
Fernández de actos que potenciaron y orientaron la posibilidad de acceder a la
Presidencia de Mauricio Macri no es producto de la casualidad. Es el “cambio” necesario del accionar del que
“todo cambie para que todo siga igual”. Es lo que “ella” necesita para ubicarse
como la abanderada de la oposición, la Emperatriz del caos en una abyecta copia
de su modelo: Nefertitis. (Ya el 23 de
febrero pasado en esta columna me refería a esta reina egipcia que la
Presidente tiene por modelo, en un artículo titulado: Vocación de arquitecta en
un país en caída libre).
Es preciso que la
Señora Fernández investigue un poco más sobre su modelo egipcio, consulte las
fuentes sobre el asesinado Faraón Akenaton y los motivos por los que Nefertitis
fuera borrada de la historia del Nilo.
Tal estudio le
permitirá evaluar sus actos destinados a unificar en pos de sí la violencia que
intenta desatar con posterioridad a la asunción de Macri como nuevo presidente
de nuestro país. Sería el cumplimiento de la 2da. Parte del libreto británico
que debe llevar a cabo de forma magistral, tal como desarrolló la primera parte
del mismo en sus períodos de gobierno.
Las agrupaciones
Tupac Amaru, La Cámpora, Vatayón Militante, Dragones, Kolina, Piqueteros de
todo el país, usurpadores, cárteles, mapuches originarios for export, etc. todo
lo que signifique violencia e intransigencia, tendrá su voz y accionar
virulento con el desempeño post electoral que le cabrá a la actual mandataria,
en complacencia y participación (consciente o no) del nuevo presidente.
Pronto lo
veremos.
AUTODEFINIDA
ARQUITECTA
Por Javier
Cornejo
Iniciamos el 2015.
El último
año de la Presidente Cristina Fernández en un trono que seguramente considera vitalicio, quizá emulando a su
heroína y modelo la Egipcia Reina Nefertitis.
La curiosidad me lleva a traer al presente a
don Benjamín Solari Parravicini quien en su variedad psicográfica dedica una
serie de ellas a circunstancias que, bien puede sostenerse, tienen una clara
referencia a momentos actuales.
Para el caso
tomaré la psicografía denominada: “Egiptóloga en argento” del 2 de julio de
1940:
Si bien en la misma existen un sin número de mensajes
simbólicos, destaco sólo los referidos al tema de la presente: nótese el perfil
femenino de la imagen central con su destacado “turbante”, la hoz al frente, el
“ojo que todo lo ve” enmarcado triangularmente, la base del “plata río”, (un análisis pormenorizado excede esta
columna).
Es conocida y
publicitada la devoción de la Presidente Argentina hacia determinados faraones egipcios.
En el escritorio
presidencial, en las fotos que oportunamente se publicaron, observamos
claramente un busto de Nefertitis, incluso se efectuaron fotografías artísticas
de la Presidente con la escultura (busto) de la reina egipcia en sus visitas al
museo del Cairo.
En múltiples
oportunidades estableció singulares paralelismos, especialmente en agosto de
2012 cuando presentó el Polo Tecnológico en la isla Demarchi, ocasión en que se autoproclamó como la
“re-encarnación de una gran arquitecta egipcia”. O en diciembre de 2011 en el
acto de cierre de Argentina Exporta Audiovisuales: “con esta vocación de
arquitecta egipcia que tengo, yo digo que en otra vida debo haber sido una gran
arquitecta egipcia”.
¿Esta vocación
presidencial será una mera casualidad?
¿La presidente
conoce y es parte de estos temas?
De todos modos
son muy sugestivas sus palabras del 9-01-13 en Mar del Plata al regreso de la fragata
Libertad:
“…es necesario entender que esta lucha que
estamos llevando a cabo los argentinos no sólo es algo que importe a nuestro
país, depende también en gran medida la suerte de un Nuevo Orden que debe darse
en el mundo”.
¿A qué nuevo
Orden Mundial se refiere?
¿Será al que considera como destino “sur” de
la humanidad una realidad geográfica con principio en la Antártida apetecible por todos? ?
¿Estarán por
ocurrir cosas que no vislumbramos?
Los tiempos
venideros prontamente nos lo dirán.
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