Guy Fawkes, la ‘Conspiración de la Pólvora’ y cómo
las operaciones de #FALSABANDERA han formado la historia
Traducción por el equipo de sott.net
Un
retrato de Guy Fawkes, que fue ejecutado por “la conspiración de la pólvora “.
“Recuerden, recuerden, el 5 de noviembre,
Pólvora, traición y complot.
No veo ninguna razón para que la traición de la
pólvora.
Jamás deba ser olvidada “.
– Antigua rima popular Inglesa (anónimo)
Hoy, 5 de noviembre, es el Día de Guy Fawkes,
también conocido como el Día de la pólvora. En 2012 es el 407º
aniversario de la Conspiración de la Pólvora o traición de la pólvora, como se
le llamó primero.
También pasa a ser mi 78 cumpleaños. Así que he
sido más consciente del Día de Guy Fawkes que la mayoría. Estoy especialmente
contento de que la máscara de Guy Fawkes se haya convertido en algo tan
extendido.
La máscara se popularizó enormemente en la película
V de Vendetta. Como escribió el incondicional buscador de la verdad del
11-S, Kevin Barrett, hace un año, en un artículo titulado “Desenmascarando las mentiras de los medios: ¿Por qué
la pieza de la BBC de la máscara de V de Vendetta está ‘enmascagada‘?“:
“V de Vendetta puede ser la película más
revolucionaria jamás creada. Su obvio mensaje es: Salgamos y mostremos un poco
de dura justicia sobre los bastardos traidores que crearon los espectáculos del
11-S y el 7-J en los medios de comunicaón; y que destruyeron las libertades por
las que hemos estado luchando durante siglos.
Mira (en YouTube) “V del 11-S
Vendetta: Pasado, Presente y Futuro “.
También es posible leer la película desde una
perspectiva psicológica interior: en lugar de sólo una llamada a la acción,
trata sobre el proceso psicológico de resolver o de lidiar con los delitos
cometidos como el 11-S y el 7-J desde el trabajo interior, permitiéndose sentir
la ira abrumadora que es la respuesta natural. Una vez que uno se ha enfrentado
a los hechos, vencido el miedo y llegado a un acuerdo con la propia ira justa,
entonces es el momento para la revolución.
El verdadero mensaje de la máscara de V es simple: Sabemos
que los bastardos hicieron estallar las Torres Gemelas. Sabemos que están
detonando la economía. Sabemos que nos están mintiendo las 24 horas del día,
los 7 días de la semana y los 365 días del año. Sabemos que están tratando de
mantenernos pobres, débiles, temerosos e impotentes. Bueno, ¿adivinen qué? No
tenemos miedo de ustedes. No tenemos miedo a morir. Y vamos a ir por ustedes.
No es de extrañar que la BBC tenga miedo de
admitir lo que realmente significa la máscara de V.”
Sin embargo, durante los primeros 71 años de mi
vida tenía completamente la idea equivocada acerca de la conspiración de la
pólvora: lo que pasó, quién estaba realmente detrás de ella y su impacto en la
historia. Un impacto que continúa hasta nuestros días. Fue en el 2005 que leí
el magnífico libro de Webster Tarpley ‘11-S Terror Sintético: Hecho en
EE.UU.‘ justo después de que salió de la prensa. Él me presentó el elemento
histórico.
Es cierto que los eventos descarados del 11-S y el
alucinante encubrimiento que siguió me abrió los ojos a los fraudes terroristas
ejecutados por el Estado y el poder que entrega a las fuerzas oscuras que lo
gobiernan. Pero yo no sabía nada acerca de la conspiración de la pólvora.
Tampoco en ese momento comprendía
que esta conspiración y el 11-S son sólo dos ejemplos de miles de operaciones
de bandera falsa que han cambiado la historia.
Las operaciones de bandera falsa están en la
categoría de engaños humanos menos reconocidos y de mayor impacto. En términos
de golpe emocional, incluso las mentiras más brillantes perpetradas por los
demagogos más talentosos, son pálidas en comparación con una gran operación de
bandera falsa, por el poder de manipular la opinión pública. En este
aniversario vamos a mirar más de cerca esta particular operación de falsa
bandera para algunas lecciones. Como William Faulkner lo puso en su Requiem
por una mujer: “El pasado nunca está muerto. Ni siquiera es pasado.” Luego
vamos a hablar brevemente de una de las más recientes operaciones de bandera
falsa – una de tecnología digital de punta que malversa perversamente el nombre
de Fawkes.
En el trono de Inglaterra en 1605, se sentaba
Jacobo I, un protestante, el rey que ordenó la traducción de la Biblia
cristiana que lleva su nombre.
Cuando se acercaba la medianoche del 4 de Noviembre
– la víspera de la tradicional apertura del Parlamento – agentes armados del
rey incursionan un sótano de las Casas del Parlamento. Ellos descubren y
detienen a Guy Fawkes. Su edad, 36 años, coincide con el número de barriles de
pólvora con los que lo encuentran. Encuentran un túnel que conduce a la
habitación. Fawkes es un conocido agitador por los derechos de los católicos
romanos ingleses. Tiene en su poder un reloj de bolsillo (una rareza en estos
días).
De haber tenido éxito en la detonación de la
pólvora, a la mañana siguiente el Rey Jacobo y su esposa serían cuerpos
destrozados, al igual que todos los miembros de la Cámara de los Lores y la
Cámara de los Comunes. Escombros humeantes sería todo lo que quedaría del
complejo del Palacio de Westminster, incluyendo la histórica Abadía de
Westminster.
Así va la versión del palacio de los
acontecimientos de la noche del 4 de Noviembre de 1605. El público Inglés
está sorprendido. Es el equivalente del 11-S. “Un cataclismo” como Adam
Nicolson lo describe en su libro Secretarios de Dios: La fabricación de la
Biblia del rey Jacobo. Tras su detención, según la versión oficial, Fawkes
admite que su propósito era destruir al rey y al Parlamento.
Que había una especie de conspiración no está en
duda. El ocho de noviembre, en el colgadero, Fawkes nombra a 12
co-conspiradores. Aquellos que no estaban muertos son localizados y declarados
culpables de traición después de un juicio que duró menos de un día. Ellos y
Fawkes son ahorcados, destripados y descuartizados.
El domingo siguiente, 10 de noviembre, la versión
del Rey Jacobo de la conspiración se emite desde el púlpito principal de la
Iglesia de Inglaterra, la de William Barlow, obispo de Rochester. Barlow
vocifera que el enemigo, es decir, los papistas, son satánicos en su maldad. El
Rey, la víctima esperada, por otro lado es, escribe el señor Nicolson,
caracterizado como un hombre incondicionalmente bueno… prácticamente una figura
de Cristo.
Pronto todos los púlpitos de Inglaterra hacen eco
de la versión oficial. Entre 1606 y 1859 el Cinco es recordado en un servicio
anual de acción de gracias en todas las iglesias Anglicanas, escribe James
Sharpe en Recuerde, recuerde: Una historia cultural del Día de Guy Fawkes.
Hasta 1959, era ilegal en Gran Bretaña no celebrar el Día de Guy Fawkes. Celebrar,
porque desde el principio el público estaba dando gracias de que el reino se
salvó y los conspiradores traidores fueron despachados. Durante siglos efigies
de Fawkes fueron quemadas.
La versión del palacio se convierte en la verdad
histórica para la humanidad, incluyéndome a mí – ¡engañado otra vez! – por la
mayor parte de nuestras vidas.
El señor Nicolson y otros ahora arrojan serias
dudas sobre esa versión. Muchas anomalías respecto a los hechos han salido a la
superficie.
Fawkes no fue detenido en una habitación en el
sótano, sino más bien en un cuarto de planta baja, uno muy fácilmente alquilado
por los conspiradores. No había, en consecuencia, ningún túnel. La autoría de
la carta por la que el rey se enteró de la conspiración es dudosa. Fue
entregada al Rey por el Canciller Real, Sir Robert Cecil, conde de Salisbury.
A Sir Cecil se le caracterizaría como el Dick
Cheney de su tiempo. Debido a las conspiraciones que eran comunes en esa época,
Cecil tenía una eficiente red de espías sembradas entre los disidentes
católicos romanos. Se mantuvo al tanto de todas las conspiraciones que los
espías descubrían. Éste contó con un gran elenco de personajes de varias
ciudades.
Cecil le ocultó la conspiración al Rey excepto por
aquella carta misteriosa. La pólvora, se vio después, era de una naturaleza
inferior, improbable que hubieran logrado grandes resultados. Esto era extraño,
ya que Fawkes definitivamente sabía un par de cosas acerca de la pólvora. Él
había desarrollado gran experiencia con la misma durante su servicio con
distinción en el ejército de España contra los rebeldes protestantes en los
Países Bajos. Es concebible que la pólvora podría haber sido cambiada por
alguien, había mucha debido a todas las hostilidades. Algunos de los
manuscritos en la confesión de Fawkes se diferenciaban de los demás.
Ignorado hasta hace poco, un libro escrito por el
historiador jesuita John Gerard, ¿cuál fue la conspiración de la pólvora: la
historia tradicional probada por la evidencia original. Gerard falleció en
1606, pero su obra no se publicó durante casi tres siglos, hasta 1897, un dato
temporal interesante en sí mismo. Si bien es cierto, como escribe Sharpe, que
los recuentos de la conspiración difieren según los prejuicios de los autores,
la explicación de Gerard me parece bastante convincente. Él escribe:
“Cuando examinamos los detalles suministrados en
cuanto a los avances del caso, nos encontramos con que la mayor parte de lo que
se dice que los conspiradores hicieron es casi increíble, mientras que es
totalmente imposible que si realmente actuaron de la manera descrita, las
autoridades públicas no hubieran tenido conocimiento de eso…”
Comentario: ¿Alguien nota alguna
semejanza con los vídeos de Bin Laden?
Exactamente. La evidencia apunta a un tipo
particular de operación de falsa bandera. Hay muchas variaciones. En algunos
(el 11-S siendo el principal ejemplo) un evento escandaloso se lleva a cabo por
los perpetradores y es culpado al enemigo elegido. En otros (ejemplo, el Golfo
de Tonkin) no pasa nada, pero una ficción culpa al enemigo elegido. La
conspiración de la pólvora está en medio de los dos: una conspiración estaba
en marcha, pero las intenciones precisas de los conspiradores jamás se pueden
saber. Lo más importante es que, hayan tenido o no un papel concreto en la
conspiración, los agentes de Cecil, manipularon brillantemente los sucesos.
Al igual
que el 11-S, la Conspiración de la Pólvora es una historia ficticia, escrita para
las guerras por ganancias en el exterior y el control político en el país.
Cecil estaba muy involucrado en un influyente grupo
londinense conocido como “el partido de la guerra.” Este quería empujar a
Jacobo I a un enfrentamiento con el Imperio español, del cual los miembros del
grupo esperaban, entre otras cosas, extraer un gran provecho personal.
El partido de la guerra consideró políticamente
vital seguir la persecución a los católicos romanos. Sir Cecil se puso en marcha,
escribe Tarpley, para influir a Jacobo a adoptar su política por medio del
terrorismo.
Y esto equivale a que: Cecil y el partido de la
guerra orquestaron la Conspiración de la Pólvora o bien permitieron que
ocurriera – y se aseguraron de una revelación brillantemente oportuna.Y si dejaron
que sucediera, entonces ellos lo hicieron posible.
El propio Jacobo había negociado la paz con España
el año anterior. Otros de sus asesores le dijeron que no había ninguna
posibilidad de un levantamiento católico en general y que ningún poder católico
extranjero estaba involucrado en la conspiración.
El rey sabía, Sharpe escribe, que “la realidad del
catolicismo en Inglaterra alrededor de 1600 era muy diferente de la imagen
evocada en la propaganda del Gobierno y el mito protestante contemporáneo.” Sharpe
de nuevo: ” …Incluso en la cara de la persecución… parece que la mayoría de los
católicos de Inglaterra se mantuvieron fiel a su monarca, y sólo querían que se
les permitiera practicar su fe sin ser molestados” (El paralelo con la
mayoría de los musulmanes que viven hoy en Reino Unido y Canadá se me viene a
la mente.)
Por su parte, Jacobo restó importancia a la
conspiración. “Jacobo y sus ministros,” Sharpe escribe, “mostraron una mayor
moderación que muchos regímenes modernos cuando se enfrentan a problemas
similares.”
Sin embargo, el poder de la imaginería de lo que
pudo haber sucedido, quedó gravado a fuego en la psique del público, y fue
avivado, repetidamente, por el Protestante y la promoción de los
establecimientos de la guerra.
Los resultados de esta campaña de propaganda en
marcha son indudables e innegables. La tolerancia hacia los ingleses
católicos romanos es reemplazada por un período de tremendo derramamiento de
sangre para ellos. Muchos son asesinados. Hogares católicos son quemados. Una
serie de leyes son aprobadas restringiendo sus derechos y libertades.
El Inglés se vuelve “obsesionado con la seguridad
nacional”, escribe
Nicolson. Una idea inclusiva, conciliadora de beneficio mutuo entre España e
Inglaterra – el comercio entre los dos países, por el tratado de paz, ha estado
creciendo – “es reemplazada en Inglaterra por un complejo defensivo/agresivo”. Todos
los católicos, de todos los matices, no importando su entusiasmo o no hacia el
ataque planeado, son identificados como el enemigo.
Más significativamente, la guerra con España
sobreviene. El curso de Inglaterra se prepara para un siglo de guerras contra
los imperios español y portugués. Inglaterra, por diversas razones, sale victoriosa
y, en estas victorias de guerra, el Imperio Británico se funda en sangre,
engaño y conquista.
No hay manera de saber si el Imperio Británico – y
todas las consecuencias de su reinado, desde Capetown hasta Canadá e Irak y a
sus colonias americanas – habría surgido de todas formas o de qué forma o a qué
ritmo, pero podemos ver en retrospectiva que la Conspiración de la Pólvora fue
fundamental en lo que sí sucedió.
Sería un fracaso de la imaginación el no ver los
paralelismos con el 11-S y la sociedad en nuestros días de mantas de propaganda
de guerra, llena de agentes encubiertos, con vigilancia que nos invade cada vez
mas, con derechos y libertades civiles cada vez menores y líderes indefensos o
confabuladores.
Veamos las operaciones de bandera falsa
genéricamente. Es difícil en mi opinión sobreestimar su terrible lugar en la
historia, y su lugar en hacer a la historia terrible. Piensen en las guerras y
millones de muertes que siguieron a la Conspiración de la Pólvora, el
hundimiento del Maine en el puerto de La Habana en 1898 que hizo empezar la
expansión del Imperio de EE.UU. a Filipinas y más allá, el hundimiento del
Lusitania que llevó a los EE.UU. a la Primera Guerra Mundial, el incendio del
Reichstag alemán que impulsó a Hitler al poder y permitió su sangriento
arrebato de dominación del mundo, el asesinato de John F. Kennedy que lanzó a
la política exterior de EE.UU. a un camino de guerra, los presuntos ataques
durante la presidencia de LBJ el siguiente año por buques de torpedos de
Vietnam del Norte a buques de guerra de EE.UU. en el Golfo de Tonkin – ataques
que simplemente no se llevaron a cabo, pero que sirvieron de base para la
Resolución del Golfo de Tonkin, aprobada por 88 a 2 en el Senado de EE.UU. Esta
resolución constituye la base “legal” de la escalada de la guerra de Vietnam
con una eventual cifra de muertos de más de 3 millones. Y el 11-S. Por nombrar
unos pocos.
Sin operaciones de bandera falsa, la mayoría de las
guerras serían más difíciles de poner en marcha. Algunas apenas serían posibles.
Piensa en los millones de pacifistas sin precedentes que salieron a las calles
antes de la invasión de Irak. Si los engaños que se utilizan para justificar
estas guerras fueran expuestos con anterioridad por unos medios de comunicación
escépticos, independientes, ferozmente investigadores, todos estaríamos
viviendo en un mundo diferente. Podrían haberse evitado millones de muertes
horribles y todo el dolor que las acompaña. Y el ejército tendría que ponerse a
vender pasteles para recaudar fondos.
Siempre ha habido un anhelo de paz entre la
ciudadanía normal cotidiana: la búsqueda de un trabajo significativo, casarse y
criar una familia, trabajar la tierra, escribir poesía, inventar cosas o – lo
que Pierre Berton dijo que era su afición favorita – “emborracharte con tus
amigos”.
Hay excepciones, pero la horrible norma es que para
que las guerras sean iniciadas, mantenidas o ampliadas las personas tienen que
ser engañadas Y la historia demuestra más allá de toda duda razonable que la
manera más segura de lograr esto es abrumarlas con un escándalo icónico
supuestamente perpetrado por el “enemigo” del momento. Y vamos hundiéndonos
cada vez más en el fango de la muerte, -la muerte de inocentes, la muerte de la
promesa de un futuro mejor, la muerte de la historia honesta, la muerte
simbólica de llegar a comprender la realidad tal cual es- ya que cada nueva
operación de bandera falsa obtiene poder de las ficciones plantadas sobre todas
las anteriores.
Y así las élites continúan escondiendo sus cuatro
ases en un juego amañado. Su secreto mejor guardado conserva la potencia del
primero. Recuerden, recuerden, el 5 de noviembre, el 11 de septiembre,
Faulkner y el comentario de George Santayana de que “aquellos que no pueden
recordar el pasado están condenados a repetirlo.”
Pero hoy también tenemos que recordar el futuro.
Agregado a las operaciones de bandera falsa, agentes de falsa bandera y
organizaciones de falsa bandera de la antigüedad tenemos organismos digitales
de falsa bandera, enviados para infectar a públicos particulares. Una de las
más recientes de las cuales me he dado cuenta es una persona pícara o grupo
identificado como “FawkesSecurity.”
Esta entidad astuta, el lunes 22 de octubre, publicó a través de YouTube
y Pastebin
una amenaza de bomba contra un edificio no identificado
del gobierno de los EE.UU..
Por mi parte, huelo la pólvora digital.
“FawkesSecurity” asegura estar asociada con el
colectivo Anonymous. La amenaza de violencia, sin embargo, va en contra de todo
lo que Anonymous dice que representa. Fuentes del grupo de hackers “Anonymous”
están denunciando a “FawkesSecurity” y su amenaza de bomba.
Un informe sobre este tema, desde el cual cito, se
puede encontrar en Examiner.com:
Queridos ciudadanos del mundo, Somos Anonymous.
Hasta la fecha, 200 kilogramos de nitroglicerina compuesta y explosivos
comerciales han sido efectivamente escondidos en un edificio del Gobierno,
situado en los estados unidos de América, el 5 de noviembre de 2012 … somos
Anonymous, somos legión, no olvidamos, no perdonamos, el 5 de Noviembre,
espérennos el 5 de Noviembre.
Como dice el informe de Examiner, “el vídeo muestra
muchas de las características estándar de los asociados con Anonymous [y sin
embargo] la amenaza de violencia está completamente fuera de sintonía con los
valores que guían a Anonymous”. El informe forense añade:
“Múltiplescuentas de redes sociales han denunciado a
FawkesSecurity y su amenaza de bomba. Muchos especulan que FawkesSecurity
es una operación de bandera falsa llevada a
cabo por agentes del Gobierno, en un intento de desacreditar a Anonymous.
Otros especulan que en FawkesSecurity están simplemente equivocados y no están
familiarizados con la idea a prueba de balas que es Anonymous . “
En cualquier caso, los que escribieron el texto
anterior no pueden acentuar o capitalizar lo suficiente.
El mundo digital y el físico no están separados. Agentes
del Estado infestan ambos. Aunque es poco probable, si la amenaza de
“FawkesSecurity” se llevara a cabo hoy en día, uno de los resultados podría ser
deshonrar gravemente a Anonymous. (La cuestión de si Anonymous es o no una
operación de falsa bandera, o si puede ser infiltrada o al menos manipulada, es
una pregunta a plantearse y responder a medida que uno indague más en el tema.
Tal es la naturaleza ultra-elusiva de la “realidad” de hoy.)
Hemos recorrido un largo camino desde 1605,
técnicamente, pero el esquema general es el mismo: el engaño está
siempre muy presente y es muy desagradable.
Segmentos de este post fueron originalmente
publicados en un página de artículo de opinión que el autor había publicado el
5 de noviembre de 2005 en The Globe and Mail, otros provienen de las notas de una conferencia
dada por el autor en Londres, Ontario, 5 de noviembre 2011.
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Comentario: Bueno, ¿no es esto interesante? ¡ Hasta 1959, era
ley en el Reino Unido celebrar como un ritual la ejecución de un católicomusulmán
que fue el chivo expiatorio de un ataque de falsa bandera!
Con este tipo de adoctrinamiento y programación
fijadas en las mentes de generaciones en generaciones por cientos de años, ¿es
de extrañarse por qué la gente no pueda ver que ningún jet de pasajeros se
estrelló contra el Pentágono y que dos edificios de más de 400 metros de alto
no pueden ser simplemente llevados por el viento porque algunos pisos se
incendiaron con fuego un 11 de septiembre?
¿Hemos aprendido algo? ¿Es la gente capaz de ver,
por ejemplo, cómo el terrorismo islámico ha sido una gran mentira de Washington
a raíz de la intervención Rusa en Siria?
LOS INDIGNADOS
Por Javier Cornejo
Artículo publicado en el diario El Tribuno el 14 de
noviembre de 2011
En la caída de Mubarak (Egipto) se le asignó un papel
fundamental a la juventud, quienes en un eficiente uso de las redes sociales,
materializadas en la tecnología actual, armaron una «muy publicitada
resistencia», que fue afín a conducir los acontecimientos al epílogo conocido,
preestablecido.
Luego, a raíz del M-15 (España), las juventudes (y los no
tan jóvenes) de distintos países replicaron y replican con cada vez mayor
estridencia y publicidad estos procedimientos que parecen asegurar un resultado
exitoso a sus demandas.
¿Quiénes
son?
Ellos son los autotitulados indignados, anonymous y occupy;
los que «inspirados» en la máscara del inglés Guy Fawkes estampan su status de
disconformes globales.
Estos indignados resultan ser los protagonistas de una
protesta inocua y organizada, de producir el caos necesario para que todo quede
como está.
Es la protesta de los que «van al matadero y se quejan
porque los llevan por un camino diferente al que ellos quieren ir».
Son los que no tienen ni idea de cómo salir del matadero, y
su caos es organizado por sus propios verdugos. Seguir siendo esclavos pero con
los grilletes menos apretados, sin renunciar a las cadenas, solo que sean más
llevaderas.
Son los que no entienden que nuestra libertad no muere
cuando alguien nos la pide, sino cuando nosotros decidimos entregarla.
Son los que pretenden mejorar las condiciones de las paredes
de la cárcel en la que vivimos, en un conformismo final de dopamiento mediático
de absorción del consumismo dispuesto. Esto tiene como resultado que nuestra
condición de prisioneros se haría aún más inconsciente y, por lo tanto, más
imperceptibles nuestras cadenas, todo lo cual solo haría aumentar la dificultad
de liberarnos de ellas algún día, reafirmando la intencional creencia de que el
hábitat natural de los seres humanos es la prisión.
Son los que «luchan contra el sistema» pero defendiendo su
estructura financiera. Son los que quieren «más protagonismo» pero sin alterar
la estructura dineraria en que se centra el poder mundial.
Son los que cuando todo termine volverán a estar donde
siempre estuvieron: en la base del sistema social jerarquizado, llámese este
liberal o autoritario, progresista o conservador, democracia o ciberdemocracia,
en la seudorrevolución de la condición de siervos.
Los
objetivos de EEUU en Irán
Son los que ahora serán usados por Hillary Clinton como la
herramienta eficaz de dispersión en la comunidad iraní.
EEUU, a través de lo que dio en llamar la «embajada
virtual», intenta ganar la simpatía y apoyo de los jóvenes (indignados)
iraníes, lo que podría llevar a disturbios como durante la «primavera árabe».
Lo que propone la Secretaría de EEUU es aquella táctica, o
estrategia mejor dicho, que se llama «soft power»: propiciar los levantamientos
a través de la juventud.
Pero, es preciso tener en cuenta que Irán no es Irak ni
Libia.
Tiene alianzas comerciales y militares estrechas -y muy
importantes- con Rusia y China. No está solo, como lo estuvieron los otros
países antes de ser invadidos.
Sin embargo, el programa prefabricado de «indignados» en el
resto del mundo parece ir funcionando a la perfección.
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