Hay más de 10 millones de argentinos pobres y aumentó la desigualdad
Informe
de la UCA
Entre
2004 y 2012 se deterioró el acceso a un empleo formal y a vivienda, salud y
educación dignas; la marginalidad, origen de la inseguridad
Por Paula
Urien | LA NACION
El tradicional almuerzo que la Iglesia
ofrece a indigentes, ayer, en la parroquia Nuestra Señora del Carmen, en
Rodríguez Peña y Córdoba. Foto: LA NACION / Hernán Zenteno
Más de 10
millones de personas viven en situación de pobreza en la Argentina, sin empleo
formal, educación de calidad ni vivienda digna, y con un servicio de salud
insuficiente. Además, entre 2004 y 2012 aumentó la brecha social: la diferencia
entre la calidad de vida del sector
medio y la del más vulnerable.
Éstas son
algunas de las conclusiones del último informe del Observatorio de la Deuda
Social Argentina (ODSA, de la Universidad Católica Argentina), llamado
"Heterogeneidades estructurales y desigualdades sociales
persistentes". Según la investigación, hecha con datos de la Encuesta de
la Deuda Social Argentina (EDSA, una de las mediciones socioeconómicas más
confiables del país), casi la mitad de los trabajadores tiene un
empleo precario o hace "trabajos de indigencia" (por
ejemplo, el cartoneo), y más de la mitad de las nuevas generaciones de adultos
está excluida del sistema de seguridad social. Alrededor de 3 millones de
personas están mal nutridas. Una de cada 10 viviendas no tiene agua corriente y
tres de cada 10, cloacas.
Al mismo
tiempo, el 37% de los jóvenes no termina la secundaria y el 20% no estudia ni trabaja.
El 12% de los niños de entre 5 y 17 años debe hacer alguna actividad laboral y
dos de cada 10 hogares requieren asistencia pública, con un total de 23,5% que
necesitan un programa de asistencia social permanente. A pesar del esfuerzo
asistencial, uno de cada cuatro de estos 500.000 hogares no accede al valor
real de la canasta básica alimentaria.
"La
marginalidad estructural no mejoró en la Argentina a pesar de años en los que
el país creció a un ritmo de 8% anual. Se cristalizó la pobreza estructural, la
imposibilidad de alcanzar niveles elementales de bienestar e integración
social", dice Agustín Salvia, investigador jefe del Observatorio.
"La
mitad de los pobres de 2002 dejaron de ser pobres, pero los niveles anteriores
a la crisis se agravaron. Buena parte de la conflictividad social tiene que ver
con la desigualdad y con expectativas no satisfechas. El delito, el arrebato y
el saqueo están dentro de un contexto de descomposición social, de gente que
siente que el sistema no los incluye y que la distancia con los que están mejor
es cada vez mayor."
"Está
aumentando la pobreza por la inflación y el estancamiento del empleo formal. En
2013 subió por encima del 25%", dice Salvia.
Si en
2003 la tasa de pobreza era del 50,9% de las personas, en 2012 fue de 24,5% de
acuerdo con los datos del ODSA (5,4% para el Indec en 2012). Es decir que casi
el 30 por ciento de los argentinos (si sumamos el 4,9 por ciento de indigentes)
no logró salir de esta situación, pese al fuerte crecimiento económico. En ese
contexto, la ayuda social pasó del 10,3% del PBI en 2007 al 15,3% en 2012.
Un amplio
porcentaje de quienes formaban parte de los desocupados en 2002 se reinsertó
rápidamente en el sistema económico productivo, ya que tenían habilidades laborales,
pero se habían quedado sin trabajo después del cierre de fábricas y empresas en
medio de la crisis. Una vez que cambiaron las condiciones económicas, esas
empresas, que tenían capacidad ociosa, volvieron a tomarlos. Pero quienes no
cambiaron su situación son los que se encuentran en la base de la pirámide.
La
Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) mide la canasta
de alimentos de la misma manera en que lo hacía el Indec antes de los cambios
introducidos por la dupla Néstor Kirchner y Guillermo Moreno en enero de 2007.
Los datos que ofrece son llamativos: hoy, un hogar constituido por padre, madre
y dos hijos necesita un ingreso mínimo de $ 3900 para no ser considerado pobre.
Para el Indec, en cambio, necesita $ 1750 pesos. Los datos de FIEL consignan
que en el mes de noviembre ese hogar necesitaba por mes $ 2200 sólo para
comprar alimentos, mientras que para el Indec los cuatro integrantes del hogar
pueden alimentarse por $ 769 por mes.
Déficit habitacional
Las
condiciones de la vivienda son otra variable que marca el aumento de la brecha
entre sectores. Si en 2004 un 68,7% de hogares desfavorecidos no tenía conexión
a la red cloacal, en 2012 el porcentaje disminuyó poco, al 61,3%, mientras que
asciende a sólo el 8,1% en niveles medios y altos. Lo mismo sucede con el gas,
situación que empeoró durante el kirchnerismo para los sectores de menos
recursos: 68,5% no tenían conexión a la red de gas en 2012, contra el 68,2% en
2004. Hoy, sólo el 6,3% en el nivel socioeconómico medio-alto no tiene conexión
a la red de gas, mientras que en 2004 el porcentaje era del 10,8%.
"En
la Capital hay 140.000 personas que viven en villas y otra cantidad igual que
vive en inquilinatos o casas tomadas. Se trata del 10% de la población de la
ciudad", dice el arquitecto Alfredo Garay, docente de la Facultad de
Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) de la UBA en la "Reunión sobre
barrios precarios", organizada por la UCA la semana última. En la
provincia, los números son muy similares.
A nivel
nacional existen 2.700.340 hogares deficitarios. Entre ellos, 566.095 viviendas
precarias irrecuperables y 1.579.129 que se pueden reconstituir. Había
2.640.871 hogares deficitarios en 2001. "El problema es que se invierte en
lo nuevo, pero no en recuperar gran cantidad de viviendas que lo
necesitan", observa el arquitecto.
Causas de la pobreza
Dentro
del período kirchnerista se ven claramente, según diversos estudios, dos etapas
bien definidas. Una de crecimiento y recuperación económica y del empleo en
parte dada por la devaluación y el aumento del precio de las commodities ,
y otra, a partir de 2006-2007, donde se redujo el superávit comercial y
aumentaron los precios internos a un ritmo vertiginoso. La inflación, según
fuentes privadas, subió del 13,4% en 2003 al 18,5% en 2007, para llegar al
25,9% en 2012, y además se dio un estancamiento del empleo.
"Tenemos
una economía de muy baja productividad. En la última década no sólo no creció,
sino que cayó. El deterioro de las condiciones de producción ha sido notable. Esto
explica que la gente gane poco", dice Juan Luis Bour, economista jefe de
FIEL.
Para
Bour, el aumento de empleados públicos con baja productividad es mucho. Hoy,
hay entre 3.300.000 y 3.500.000 personas que trabajan para el Estado, cuando en
2001 había 2.180.000. También existe un grave problema con la informalidad
laboral. Había 6.500.000 empleados precarizados en 2000, mientras que hoy hay
6.800.000, según los datos de FIEL. "Además, la tasa de desocupación está
mas cerca del 9% que del 7% que marca el Indec", señala Bour. Con una
altísima tasa de empleo informal, un 34,5% en el segundo trimestre de 2013,
según los últimos datos del Ministerio de Trabajo (se trata de un 40% según las
mediciones de FIEL), son los sectores más desfavorecidos los que no logran
insertarse en el mercado laboral formal.
En este
contexto, aumenta la brecha social. Hay, según datos del Observatorio, un 40,7%
de informalidad en sectores muy bajos, y un 23,8% en sectores medios-altos en
2012. El desempleo en sectores bajos alcanza al 16,3%, y sólo llega al 3,2% en
los que son medios-altos. Los trabajadores sin seguridad social llegan al 83,7%
en los sectores de menores recursos y al 24,2% en los sectores medios-altos.
Por su
parte, el subempleo inestable (trabajos de muy baja remuneración, sin
protección social y alta inestabilidad) se duplicó entre 2007 y 2012 en el
segmento más vulnerable. Pasó del 16,5% al 30,6% para los sectores muy bajos.
"Salir de la pobreza -concluye Bour- supone tener un buen nivel de
educación, algo que no sólo no ha mejorado en los últimos 10 o 15 años, sino
que se ha deteriorado."
Datos centrales del informe
25%
Población
Población
· Vive en
condiciones de pobreza urbana en la Argentina. Son más de 10 millones de
personas.
37%
Jóvenes
Jóvenes
· No logran
terminar la secundaria, un requisito fundamental para un empleo de calidad
500.000
Hogares
Hogares
· Se
mantienen en situación de indigencia porque no acceden a la canasta básica
alimentaria
40,7 %
Empleo precario
Empleo precario
· Es la tasa en los sectores más desfavorecidos;
en los sectores medios-altos alcanza el 23,8 por ciento
No hay comentarios.:
Publicar un comentario