POR JAVIER CORNEJO
Articulo publicado en el diario El Tribuno Anuario 2013 del 31-12-13
El “Hombre más Poderoso del Mundo” como fuera catalogado en
forma reciente por la revista Forbes, nació en San Petersburgo el 7 de octubre
de 1952 en el seno de una humilde familia de trabajadores (padre y madre)
empleados en una fábrica de construcción de vagones.
Practica judo desde los 11 años. En 1976 fue campeón en
Leningrado siguiendo, junto al ajedrez, su perfeccionamiento en tales artes
hasta la actualidad.
¿Por qué judo? El mismo Putin nos da la respuesta en su
libro autobiográfico Ot pérvogo litsá (En primera persona): “No sólo es un
deporte, sino una filosofía, es el respeto hacia la gente de edad mayor, hacia
el adversario. En el judo no hay flojos”.
Intentar una semblanza del actual presidente de la nación
rusa, significa la tarea de intentar abarcar una personalidad que posee y
transmite el conocimiento integral del hombre, en un claro dominio y respuesta
al ¿por qué? y ¿para qué? de nuestra existencia como humanidad en este planeta
tierra y su vocación interplanetaria. Estudió Derecho en la Universidad Estatal
de Leningrado. También se graduó como doctor en Ciencias Económicas.
Es imposible referirse a la preparación académica y política
del presidente, sin mencionar la decisiva influencia que en él tuvo su
“maestro”, el profesor Anatoli Sobchalk a quién conoció en 1970 al ingresar a
la carrera de Derecho. En su paso por la KGB recopiló y analizó toda la
información sobre la OTAN.
Estuvo en ella hasta 1991 en que tuvo lugar un golpe fallido
contra el presidente de la URSS Mijaíl Gorbachov, oportunidad en que renuncia
al servicio secreto soviético. A la luz del momento actual, es claro que Putin
estaba en total desacuerdo con la desarticulación geográfica y disgregación de
la Unión efectuada por Gorbachov. En 1998 el presidente Yeltsin lo nombra
Director del FSB (agencia que sucedió a la KGB) iniciando el camino de intentar
el reagrupamiento de la Gran Nación Rusa. En 1999 es nombrado Primer Ministro
debiendo afrontar tiempos difíciles de crisis en el Cáucaso Norte de Rusia.
Crisis con extremistas, terroristas, contra los que
emprendió acciones de combate en gran escala. Es de destacar que en este
terreno Putin, rechazó en forma categórica toda propuesta de treguas,
imponiéndose una mano dura que acabó con la fase activa de los combates
terroristas.
El 31 de diciembre de 1999 Yeltsin lo nombró presidente
interino entregándole el “maletín atómico” diciéndole: “cuide a Rusia”. Tarea a
la que se dedicó en forma absoluta hasta la actualidad. En marzo de 2000 accede
a la presidencia en primera vuelta: “El país dispone de un hombre fuerte digno
de ser presidente, con el que prácticamente cada ruso vincula sus esperanzas de
futuro”.
De allí en más Putin aceleró la tarea de recomposición
nacional: decidió limitar la influencia de los magnates financieros para lo que
emprendió una reforma bancaria, de las pensiones, un nuevo código de tierras,
formalizó el derecho a la propiedad (no “de” la propiedad), reglamentó la
compra y venta de tierras agrícolas. Reforzó la verticalidad del poder con
nombramiento de representantes del presidente en 7 distritos federales estableciendo
el Consejo del Estado. Iniciando una notable disminución en el nivel de la
pobreza del pueblo ruso. Entre los años 2002 y 2004 enfrentó los terribles
atentados con duros golpes contra los terroristas y con el recrudecimiento de
las medidas de seguridad en toda la nación.
Cuando se fue a pique el submarino atómico “Kursk”, Putin
puso a prueba su serenidad al no culpar del incidente a la flota americana (que
luego se comprobó que tuvo esencial participación). Tal prudente decisión evitó
una segura y provocada tercera guerra mundial.
En su segundo mandato presidencial accede con el 71% de los
votos. La estabilidad rusa fue alcanzada y el orgullo del pueblo ruso
restablecido. El país creció significativamente y comenzó el camino de súper
potencia energética. El nivel de vida aumentó acompañado de una batería
significativa de normativa administrativa sencilla y totalmente aplicable a
todas las áreas del Estado. En un claro reconocimiento que
Rusia es una
sociedad multinacional, pero un único pueblo con un único código cultural, que
se encargó de robustecerlo en función de las colosales posibilidades de desarrollo
que tal carácter le otorga en muchos campos.
Posteriormente con el acceso a la presidencia de Dmitri
Medvédev, ocupó el cargo de Primer Ministro, accediendo nuevamente a la presidencia
de la Nación luego del período de Medvédev.
Con protagonismo internacional
En la actual presidencia y bajo su axioma de: “Yo creo en la
gente, en mi pueblo. Creo en las buenas intenciones. Creo que todos llegamos a
este mundo para hacer el bien”, Vladimir Putin intensificó la unión del Estado
con las Iglesias.
Al igual que el príncipe Vladimir que en el año 988 adoptó
el cristianismo como la religión del Estado, hoy Putin interrelaciona especialmente
con la Cristiana Ortodoxa Rusa.
Un claro mensaje
Sin dudas un claro mensaje ai mundo de la integración del
cuerpo y el espíritu.
Integración a la que no estuvo ajeno el exseminarista José
Stalin, quien ante la invasión hitleriana dijo: "Dios salve a la Santa
Rusia”.
Con gran protagonismo
internacional
El protagonismo del presi-dente ruso en los último
acontecimientos mundiales referidos a la guerra en Siria, el acuerdo con Irán, el equilibrio de las
fuerzas armada en f todo el mundo, nos dan la pauta de que sin su accionar los
destinos de la humanidad; hubiesen sido mucho más aciagos que los actuales.
Es de esperar que la última cumbre de Vladimir con el papa
Francisco conduzca a la humanidad en el camino de paz y prosperidad que todos
anhelamos.
Un Presindente
Una Presidenta
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