Artículo publicado en el diario El Tribuno el
09-12-13
El Tercer
gobierno justicialista derrocado en 1976, tuvo por claro objetivo salir del
“mercado internacional de capitales”, del atroz cepo de la deuda “eterna”.
Afrontó
la heredada por el gobierno militar de Agustín Lanusse, sin contraer nueva
deuda, soportó el “apriete” internacional del cierre del mercado europeo para
nuestros productos cárneos.
En esos
momentos tal circunstancia bien puede compararse a como si hoy el mundo decide
no comprarnos más soja. Es fácil sacar las conclusiones.
En los 70
el gobierno justicialista mantuvo su firme decisión: No contraer más deuda.
En tal
contexto debe analizarse lo que dio en llamarse el “Rodrigazo”, y no en la
liviana forma en que se estigmatiza al Ministro de Economía sucesor de Ber
Gelbard.
Los
asaltantes del gobierno, el 24 de marzo encontraron un país saneado, con su
economía física intacta y en plena expansión, y en lo que hoy me refiero, un
total de deuda por todo concepto de US$ 6.500 millones de dólares.
La
actualidad
Pareciera
fuese un tema tabú. Pocos lo quieren tratar. Salvo puntuales excepciones, lo
disfrazan con una entelequia incomprensible, concluyendo que en realidad
pareciera que a nadie le importa. Se considera que es “políticamente
incorrecto” su tratamiento y estudio desde una perspectiva nacional.
Se
aplican categóricamente los conceptos de Noam Chomsky: “la población en general
no sabe lo que está ocurriendo y ni siquiera sabe que no lo sabe”.
No
obstante es un tema de absoluta simpleza, que bien puede sintetizarse en las
palabras de Raúl Scalabrini Ortiz: “Las finanzas son tan simples que están al
alcance de cualquier niño. Sólo requieren saber sumar y restar. Cuando Usted no
entiende una cosa, pregunte hasta que la entienda. Si no lo entiende es que
están
tratando de robarlo. Cuando Usted entienda eso ya habrá aprendido a
defender la Patria en el orden inmaterial de los conceptos económicos y
financieros”.
Los
números
El
analista Héctor Giuliano tomó como desafío de su vida el monitoreo permanente
de esta cuestión, sintetizo sus números: Deuda externa nacional central
informada oficialmente al momento de asunción del Presidente Néstor Kirchner:
US$ 170.000.000.000 (ciento setenta mil millones de dólares).
Pagos
efectuados entre el año 2003 y 2012, según registros oficiales, y manifestado
por la Señora Presidente el pasado mes de agosto en oportunidad que se jactó de
ser una “pagadora serial”: US$ 173.733 millones de dólares.
Deuda
externa nacional central informada oficialmente al mes de setiembre de 2013:
US$ 209.000 millones de dólares.
Deuda
externa privada incluída la de las empresas a marzo de 2013, US$ 68.000
millones de dólares. Vencida US$ 22.000 mill de dólares. Con vencimientos entre
abril y diciembre de 2013: US$ 27.000 mill de dólares.
Adicionando
las deudas de las provincias, de los municipios, de las que tienen sentencia
firme, de los organismo del Estado, la cuasi fiscal del BCRA (Lebac y Nobac),
de pagos de cupones ligados al PBI, más la intra-estado, llegamos a una deuda
superior a los US$ 300.000.000.000 (trescientos mil millones de dólares).
Imposible su pago.
Las
consecuencias serán soportadas por cada uno de nosotros. Los hechos de la
semana pasada en la ciudad de Córdoba, son un claro anticipo.
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