Rusia y China firman
importantes acuerdos de gas e infraestructuras
21 de
mayo de 2014 Alexéi Lossan, RBTH
Durante
la visita de la delegación rusa a China se han firmado varias decenas de
acuerdos económicos. Destaca el acuerdo para el suministro de gas además de la
creación de un nuevo competidor de Boeing y Airbus, la construcción del primer
puente de China a Rusia y un volumen récord de suministro de recursos
energéticos.
Fuente: Konstantín Zavrazhin / Ria Novosti |
Tras casi
una década de negociaciones el consorcio gasístico ruso Gazprom y la
Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC) firmaron hoy un histórico
acuerdo durante la visita del presidente ruso, Vladímir Putin, a Shanghái,
informó la agencia oficial Xinhua.
En virtud del acuerdo, Gazprom
suministrará 38.000 millones de metros cúbicos de gas natural anualmente a la
segunda economía mundial a partir de 2018 y en los siguientes 30 años.
El pasado año, China consumió unos 170.000 millones de metros cúbicos de gas natural, procedente, sobre todo, de Asia Central.
Por el momento no ha trascendido el precio de venta, una de las principales causas de la demora de unas negociaciones que comenzaron hace casi diez años, aunque se estima que oscila alrededor de los 400.000 millones de dólares.
Según los expertos, Gazprom buscaba obtener un precio de 400 dólares por 1.000 metros cúbicos de gas, con sus contratos en la Unión Europea (UE) como punto de referencia, mientas China ofrecía entre 350 y 360 dólares por esa cantidad, basándose en sus importaciones de Asia Central.
De acuerdo a un memorándum que firmaron Pekín y Moscú en marzo de 2013, Rusia suministrará gas siberiano a China a través del gasoducto oriental "La Fuerza de Siberia", es decir, la misma ruta geográfica por la que Moscú ya exporta petróleo al cinturón industrial del noreste del país vecino.
Pekín rechazó el plan anterior de importar gas a través de la región nororiental de Xinjiang, ya que, en ese caso, Gazprom le exigía precios europeos.
El pasado año, China consumió unos 170.000 millones de metros cúbicos de gas natural, procedente, sobre todo, de Asia Central.
Por el momento no ha trascendido el precio de venta, una de las principales causas de la demora de unas negociaciones que comenzaron hace casi diez años, aunque se estima que oscila alrededor de los 400.000 millones de dólares.
Según los expertos, Gazprom buscaba obtener un precio de 400 dólares por 1.000 metros cúbicos de gas, con sus contratos en la Unión Europea (UE) como punto de referencia, mientas China ofrecía entre 350 y 360 dólares por esa cantidad, basándose en sus importaciones de Asia Central.
De acuerdo a un memorándum que firmaron Pekín y Moscú en marzo de 2013, Rusia suministrará gas siberiano a China a través del gasoducto oriental "La Fuerza de Siberia", es decir, la misma ruta geográfica por la que Moscú ya exporta petróleo al cinturón industrial del noreste del país vecino.
Pekín rechazó el plan anterior de importar gas a través de la región nororiental de Xinjiang, ya que, en ese caso, Gazprom le exigía precios europeos.
Rusia
también exportará a China gas licuado. La compañía Yamal LNG firmó con CNPC un
contrato de suministro de 3 millones de toneladas de gas natural licuado al
año. Este proyecto prevé la construcción en el norte de Rusia de una fábrica de
producción de gas natural licuado de 16,5 millones de toneladas de capacidad,
así como la explotación del yacimiento Yuzhno-Tambeiski.
Además,
Gazprom propuso a las compañías chinas la participación en otro proyecto ruso
del mismo tipo llamado “Vladivostok LNG”, así como contratos para la compra de
gas licuado. Según declaró el primer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev, en una
entrevista para el canal Bloomberg TV, los inversores chinos también podrán
participar en la privatización de la compañía estatal Rosneft.
Xi y Putin abogaron ayer, tras el encuentro que mantuvieron en Shanghái, por una "completa asociación de cooperación energética".
El contrato fortalece a Rusia al diversificar sus exportaciones hacia su vecino asiático cuando se enfrenta a sanciones económicas por parte de EE UU y Europa por su actuación en la crisis ucraniana, a la vez que abastece copiosamente a China, el mayor consumidor energético mundial.
Xi y Putin abogaron ayer, tras el encuentro que mantuvieron en Shanghái, por una "completa asociación de cooperación energética".
El contrato fortalece a Rusia al diversificar sus exportaciones hacia su vecino asiático cuando se enfrenta a sanciones económicas por parte de EE UU y Europa por su actuación en la crisis ucraniana, a la vez que abastece copiosamente a China, el mayor consumidor energético mundial.
Producción
conjunta
El
principal proyecto conjunto entre Rusia y China será la creación de un avión de
largo recorrido que en el futuro competirá con Boeing y Airbus. Según algunos
participantes de las negociaciones, el proyecto requerirá una inversión de 10.000
millones de dólares.
El
proyecto planea desarrollarse en el marco de una empresa conjunta con
participación equitativa rusa y china. El país eslavo cuenta actualmente con la
experiencia en la construcción del nuevo avión de comercial Sujói SuperJet 100 en
cooperación con una compañía italiana.
Otros
proyectos prevén el inicio de la producción de materiales de construcción en China.
En particular, en Shanghái se construirá una fábrica de producción de caucho de
hasta 50.000 toneladas de capacidad al año. Una compañía rusa aportará su
tecnología a este proyecto conjunto. En 2013 los países colaboradores
inauguraron una empresa conjunta de producción de caucho en Siberia, en la
ciudad de Krasnoyarsk. Hoy en día este caucho ya se vende en el mercado chino.
Suministro
de petróleo a China
Los
recursos energéticos seguirán siendo el principal tipo de producción que Rusia
exportará a China tras las negociaciones. China es ya el principal comprador de
petróleo ruso: por ejemplo, desde 2009 hasta 2038 Rosneft, la mayor compañía
pública extractora de petróleo del mundo, exportará a China unos 665 millones
de toneladas de petróleo.
Puentes y
carreteras
Uno de
los principales ámbitos de la colaboración con China será la atracción de
compañías chinas para la realización de grandes proyectos de infraestructura.
En 2013
el volumen de transporte a través de las fronteras de Rusia y China se incrementó
en comparación con 2012 en un 8%, hasta alcanzar los 30,5 millones de
toneladas. Ya en los próximos meses comenzará la construcción del primer puente
en Siberia a través del río Amur entre Rusia y China. Este es el primer puente
que une Rusia y China.
En la
actualidad, no existe ningún puente entre estos dos países: ni de carreteras ni
de ferrocarriles. Según representantes del gobierno ruso, el nuevo puente
permitirá transportar 21 millones de toneladas de carga anuales y reducirá la
distancia de transporte en 700 kilómetros. Por otra parte, el monopolio ruso
del mercado del transporte ferroviario, la compañía Ferrocarriles Rusos, y el
operador estatal ferroviario China Railway Corporation han acordado la
construcción de bases logísticas, el desarrollo del transporte de pasajeros y
la reducción de las tarifas.
China
también ayudará a Rusia a reducir su dependencia del dólar: los países planean
ampliar el volumen de pagos en divisas nacionales, según prevé un acuerdo
firmado entre el banco ruso VTB y la corporación financiera china Bank of
China.
Los
bancos chinos ya emiten créditos a la compañía rusa Rosneft en rublos, algo que
reduce la dependencia de la economía rusa de los tipos de cambio. En
total, según valoraciones del presidente ruso, Vladímir Putin, el volumen de
los proyectos conjuntos entre Rusia y China en los ámbitos de mayor prioridad
asciende a unos 40.000 millones de dólares. Sin embargo, en 2020 se planea
incrementar esta cifra hasta los 200.000 millones de dólares.
Para la redacción de este artículo se ha utilizado información de la
Agencia EFE.
Argentina pide ser miembro
de los BRICS
21 de
mayo de 2014 Yuri Paníev, para RBTH
Rusia
mantiene buenas relaciones políticas con el país latinoamericano, sin embargo
medita la iniciativa debido a las dudas sobre la economía.
La
economía del país austral genera dudas en algunos miembros del grupo. Fuente:
Ria Novosti
La ya
habitual abreviatura BRICS, en un futuro podría pasar a sumar una A: BRICSA.
Argentina ha manifestado su deseo de unirse a este grupo del que desde 2006
forman parte Brasil, Rusia e India y al que posteriormente se añadió Sudáfrica.
Brasil, India y Sudáfrica ya se han posicionado a favor de su ingreso, tema
sobre el cual hizo unas declaraciones recientemente el embajador indio en
Argentina, Amarendra Khatua.
Rusia y
China todavía están meditando la iniciativa de Buenos Aires. En primer lugar,
surgen dudas en relación con el hecho de que la economía de Argentina arrastra
una gran deuda externa, que asciende a más de 130.000 millones de dólares, lo
que podría ser una carga abrumadora para el grupo.
Por este
motivo, el Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia considera
que la cuestión de la posible unión de Argentina a los BRICS exige un estudio
en profundidad. Aun así, el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia,
Serguéi Riabkov, ha declarado: “Tenemos una actitud constructiva respecto a
cualquier llamamiento sobre este tema”. Según él, el tema de la ampliación de
los BRICS está presente en las negociaciones mantenidas entre sus miembros.
Dentro de
poco se espera una serie de contactos a diferente nivel, que será coronada con
la cumbre de los BRICS el 15 de julio en la ciudad brasileña de Fortaleza. “Los
miembros de los BRICS tendrán la oportunidad de discutir en detalle sobre esta
cuestión”, señaló Riabkov.
Se sabe
ya que después de este encuentro el nuevo primer ministro de India se dirigirá
a Argentina en visita estatal. También está fijada para julio la visita del
presidente de la República Popular de China, Xi Jinping, a Buenos Aires. Todo
esto pone de manifiesto el interés de India y China en colaborar más
estrechamente con Argentina.
China
coopera ya activamente con este país, que se ha convertido para él en un gran
suministrador de soja. Además, Pekín está invirtiendo recursos importantes en
la creación de corredores transoceánicos y tiene interés en Argentina para este
proyecto.
El
potencial de interacción de Rusia y Argentina también es muy grande. Sin
embargo, la circulación de mercancías,
que asciende a un valor de 1.500 – 2.00 millones de dólares al año, no se puede
calificar en absoluto de satisfactoria.
“Las
relaciones de negocios de Rusia con Argentina se remontan en el tiempo», señaló
en una entrevista concedida a RBTH el director adjunto del Instituto de América
Latina de la Academia de las Ciencias de Rusia, Borís Martínov.
“En las
décadas de 1970-1980 suministramos a Argentina equipamiento hidroeléctrico y
producción de construcción de maquinaria. Ahora es necesario llevar las
relaciones a un nuevo nivel. Pero el problema es que Rusia está demasiado orientada
a los mercados occidentales. Y la realidad actual ha demostrado hasta qué punto
es poco deseable esta dependencia para Rusia”.
En el
plano del apoyo político, Argentina ya ha manifestado claramente su condición de aliada de Rusia.
Hace poco la presidenta Cristina Fernández de Kirchner subrayó con contundencia
el doble rasero que impera en la política de Occidente con respecto a la
situación, prácticamente idéntica, en Crimea y en las islas Malvinas, donde el
año pasado también se celebró un referéndum sobre el estatus del territorio.
Allí la votación, a diferencia de Crimea, fue reconocida como legítima por la
comunidad mundial.
Según
Martínov, cuantos más estados se unan a los BRICS tanto mejor. “Este formato
estipula una política exterior independiente y trabaja para lograr un objetivo
estratégico para Rusia: la creación de un mundo multipolar y multicultural”,
destaca el experto. En los últimos tiempos también han manifestado su deseo de
unirse a los BRICS México, Irán, Kazajistán e Indonesia.
Para
Argentina, ser miembro de este grupo puede facilitarle la obtención de
financiación en condiciones más ventajosas que las que le ofrecen otras
organizaciones mundiales. En 2013 los líderes de los BRICS acordaron la
creación de un fondo de reserva de 100.000
millones de dólares como colchón financiero en caso de inestabilidad en el
mercado.
También
tomaron la decisión de crear sus propios institutos financieros. Según Vadim
Lukov, coordinador en el Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación Rusa
sobre cuestiones relativas al grupo de los BRICS, el Banco de Desarrollo creado
por los BRICS, con una cantidad de activos que debe alcanzar los 50.000
millones de dólares, está destinado a inversiones de producción conjuntas.
Como
estímulo para crear estas estructuras han actuado las denominadas guerras de
divisas, que han hecho recordar la necesidad de diversificar no sólo las
reservas de divisas, sino también la relevancia de llegar a acuerdos en el
comercio internacional en las propias unidades monetarias.
Teniendo
en cuenta el gran peso de los países BRICS en el comercio mundial, las
organizaciones financieras los ayudarán a fortalecer el prestigio de las
divisas de los países miembros: el rublo, el yuan, el real, la rupia y el rand.
Por esto, suscitan recelos los acuciantes problemas económicos de Argentina.
Son ellos precisamente los que pueden constituir un obstáculo relevante para la
entrada de este país en el club.
Un puente entre Rusia y
América
21 de
mayo de 2014 Elena Nóvikova, RBTH
El famoso
periodista ruso, Sergey Brilev, funda en Montevideo una institución cuyo
objetivo principal será estrecharlas relaciones económicas y culturales entre
Rusia y América Latina; el 14 de julio se reunirá en la capital uruguaya.
Fuente: archivo personal
El Instituto
Bering-Bellingshausen para las Américas (IBBA) es una institución que tiene
como prioridad la exploración de las ventajas que ofrecen los diferentes
procesos de integración abiertos en Rusia con la reciente Unión Aduanera y en
América Latina con la veterana Mercosur.
El Instituto
Bering-Bellingshausen para las Américas (IBBA) es una institución que tiene
como prioridad la exploración de las ventajas que ofrecen los diferentes
procesos de integración abiertos en Rusia con la reciente Unión Aduanera y en
América Latina con la veterana Mercosur.
En el
emblemático barrio montevideano de Carrasco es donde tendrá lugar el próximo 14
de julio la primera asamblea del IBBA. Sergey Brilev, su presidente, nos
comentó en exclusiva los objetivos del instituto.
Usted es
conocido en Rusia como vicedirector de la televisión estatal, ha sido
corresponsal en Londres y director de un programa semanal de entrevistas
exclusivas que ha tenido el privilegio de contar con figuras como Vladímir
Putin, Barack Obama, George Bush, Dmitri Medvédev, Tony Blair y David
Cameron, entre otros. ¿Dónde cabe América latina en esta agenda?
Es verdad que me asocian más con
la agenda del Norte. Pero no nos olvidemos de dos detalles que yo ni siquiera
llamaría detalles: se trata de dos precondiciones claves. En primer lugar,
Rusia pertenece al Norte geográficamente, pero tiene una agenda más parecida y
compartida con los países en desarrollo del Sur tanto en lo económico como, incluso,
en lo psicológico. Además soy prácticamente latino.
¿A qué se
refiere con “prácticamente”?
Soy ruso,
y me considero moscovita, pero nací en La Habana y crecí en lugares como Quito
y Montevideo.
En otras
palabras, algo accidental...
Sí y no. Mis padres estuvieron
trabajando en América Latina desde la década del 70 hasta los 90.
Pero siempre he mantenido un interés profundo y permanente hacia la región.
Muestra
de ello son mis numerosas entrevistas periodísticas a los presidentes
Bachelet, Chávez, Sanguinetti, Ortega, Morales y Correa, entre otros.
A lo que hay que añadir mis dos libros sobre América Latina y numerosos
artículos científicos. Y sí, soy uno de esos rusos que leen obras de José Martí
y Mario Benedetti en su idioma original, español.
¿Qué
quiere decir Bering-Bellingshausen?
Fueron dos marineros rusos de los
siglos XVIII y XIX, respectivamente, quienes completaron el mapa del hemisferio
occidental, de las Américas: desde Alaska, Bering, a la región antártica de
Bellingshausen. Fíjense que las letras que forman el nombre de nuestra
organización –IBBA– parece que forman un dibujito: algo así como un barco con
alas. Hay que mover esas alas con los vientos de hoy.
¿Y cuáles
son esos vientos?
Déjeme citar un ejemplo concreto.
El conocimiento que se tiene en los círculos empresariales de este país de la
legislación de las zonas francas de Mercosur es muy reducido.
Al
mencionar el tema a varios empresarios rusos que ya operan en el mercado
sudamericano, me di cuenta de que ni habían oído hablar de las ventajas de este
esquema. Y la mayoría de ellos no tienen analistas especializados en las
materias regionales.
Vienen a
Sudamérica como si fuera una región más de Occidente. Y los sudamericanos ni
han oído de la mismísima existencia de la nueva Unión Aduanera
formada por Rusia, Bielorrusia y Kazajistán.
Uno de
los objetivos del IBBA será la presentación de presupuestos a las empresas
privadas y la publicación de informes detallados y prácticos preparados por los
mejores expertos sobre esta agenda. El primer informe se presentará durante la
primera conferencia del IBBA del 14 de julio en Montevideo.
¿Cómo
puede ser que los empresarios no sepan nada de estos proyectos si se encuentran
con frecuencia en foros como Davos?
Esa es la
ironía. En lugares como Davos los rusos y sudamericanos se encuentran para
discutir la agenda global, pero casi no hablan de la suya propia. Saben más de
la UE y de la NAFTA que de los proyectos que unos y otros llevan a cabo en sus
respectivos países. Hacía realmente falta que se crease un formato bilateral,
un foro y espero que un think tank que sirva a la agenda
ruso-sudamericana.
¿Y más
allá de lo empresarial?
He
iniciado ya en nombre del IBBA dos proyectos relacionados con la historia. En
primer lugar para el año que viene estoy planteando organizar en conmemoración
del 70° aniversario de la victoria en
la Segunda Guerra Mundial una conferencia con
historiadores rusos y latinoamericanos sobre nuestra cooperación durante esa
guerra.
¿Hubo
cooperación entre Rusia y América Latina en
la Segunda Guerra Mundial?
Sobre
esto trata mi libro más reciente, Los aliados olvidados. Fíjese
que más del 50% del azúcar consumido durante la guerra por la Unión Soviética
vino de Cuba. Fue denominado Lend-Lease estadounidense, pero en
realidad era cubano. Otro ejemplo fue que la fuerza aérea hondureña defendió a
los submarinos soviéticos en el Pacífico en 1942.
¿Y el
otro proyecto que ha mencionado cuál es?
Vamos a
tratar de organizar durante mi estancia en las orillas rioplatenses en julio el
estreno sudamericano de tres o cuatro películas producidas por mi canal.
Se trata de películas documentales de interés general relacionadas con las
exploraciones geográficas de hoy y –eso espero– la película Stalingrado, que fue
el gran estreno del año pasado y que contó con la participación de actores
estelares rusos y alemanes. Estamos ahora en la etapa de la producción de
subtítulos en español.
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