Publicado:
17 may 2014
© AFP |
El
conflicto intenso entre el Ejército ucraniano y los defensores de Slaviansk
puede basarse entre otras cosas en los intereses comerciales de la
transnacional Shell. Varios expertos examinan las causas clandestinas de la
lucha.
La
persistencia del Ejército ucraniano en tomar el control sobre la cuidad de
Slaviansk –con una población cercana a los 120.000 habitantes– puede tener
como pretexto su situación geográfica. Slaviansk se halla en el centro de
la denominada cuenca de Yusof, que forma parte del contrato firmado en
2012 entre Ucrania y la multinacional Shell sobre la explotación en yacimientos
ucranianos del gas de esquisto, reporta 'Rosbalt'.
Existen ciertas cláusulas en el contrato que podrían aumentar tensiones en el sudeste de Ucrania. Primero, la tecnología de explotación será la fracturación hidráulica –'fracking'–, que lleva a la contaminación de aguas y suelos, a la liberación del metano en la atmósfera y en algunos casos al aumento del nivel de radioactividad en las inmediaciones del recinto de extracción.
Segundo, los sitios de exploración suelen ocupar superficies considerables, y según el contrato firmado con Shell el Gobierno ucraniano está obligado a facilitar el traslado de los habitantes locales si sus casas se hallan en las regiones prometedoras, lo que claramente no coincide con los planes de la población.
Según el analista de la Fundación Rusa de la Cultura Estratégica, Aleksander Donetskiy, esta circunstancia supone una perspectiva diferente sobre la verdadera causa de las batallas en la región de Slaviansk.
Slaviansk parece ser el principal centro de atención para la mayor parte de las fuerzas ucranianas. Además del Ejército regular, participan en la operación punitiva contra la ciudad también la Guardia Nacional, destacamentos de nacionalistas y, como supone prensa alemana, mercenarios estadounidenses.
Si el Ejército ucraniano no aplasta a la naciente República Popular de Donetsk, el contrato con la transnacional podría ser revisado, lo que supondría pérdidas financieras para Shell, que ya invirtió recursos considerables en la exploración geológica en la región.
El experto en relaciones internacionales Neboysa Malic, en declaraciones a RT, dijo que los intereses económicos son la "razón clave de la operación militar de Kiev".
Esta opinión coincide con el interés firme de EE.UU. en la industria de hidrocarburos de Ucrania, lo que se confirma por el nombramiento del hijo del vicepresidente estadounidense, Hunter Biden, como director de consejo de administración de la petrolera ucraniana Burisma Holding. Este no es el único caso donde las compañías y funcionarios estadounidenses resultan tener intereses comerciales en regiones ucranianas.
Existen ciertas cláusulas en el contrato que podrían aumentar tensiones en el sudeste de Ucrania. Primero, la tecnología de explotación será la fracturación hidráulica –'fracking'–, que lleva a la contaminación de aguas y suelos, a la liberación del metano en la atmósfera y en algunos casos al aumento del nivel de radioactividad en las inmediaciones del recinto de extracción.
Segundo, los sitios de exploración suelen ocupar superficies considerables, y según el contrato firmado con Shell el Gobierno ucraniano está obligado a facilitar el traslado de los habitantes locales si sus casas se hallan en las regiones prometedoras, lo que claramente no coincide con los planes de la población.
Según el analista de la Fundación Rusa de la Cultura Estratégica, Aleksander Donetskiy, esta circunstancia supone una perspectiva diferente sobre la verdadera causa de las batallas en la región de Slaviansk.
Slaviansk parece ser el principal centro de atención para la mayor parte de las fuerzas ucranianas. Además del Ejército regular, participan en la operación punitiva contra la ciudad también la Guardia Nacional, destacamentos de nacionalistas y, como supone prensa alemana, mercenarios estadounidenses.
Si el Ejército ucraniano no aplasta a la naciente República Popular de Donetsk, el contrato con la transnacional podría ser revisado, lo que supondría pérdidas financieras para Shell, que ya invirtió recursos considerables en la exploración geológica en la región.
El experto en relaciones internacionales Neboysa Malic, en declaraciones a RT, dijo que los intereses económicos son la "razón clave de la operación militar de Kiev".
Esta opinión coincide con el interés firme de EE.UU. en la industria de hidrocarburos de Ucrania, lo que se confirma por el nombramiento del hijo del vicepresidente estadounidense, Hunter Biden, como director de consejo de administración de la petrolera ucraniana Burisma Holding. Este no es el único caso donde las compañías y funcionarios estadounidenses resultan tener intereses comerciales en regiones ucranianas.
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