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lunes, 12 de agosto de 2013

La estrategia de control en canales bioceánicos


Los canales bioceánicos son de vital importancia comercial, verdaderos reguladores del flujo de dinero en el mundo.

El primero bajo control de Estados Unidos: El canal de Panamá.

Hoy la expansión china requiere de un control propio y dando muestras de un poderío comercial emergente, propone el canal de Nicaragua, Honduras, Costa Rica.

En el sur tenemos el frustrado corredor bioceánico Argentino – Chileno que viene siendo boicoteado intelectual y económicamente desde hace años, en favor de un canal más al sur tomado por la fuerza, el vergel de las islas del Atlántico sur, del cual Inglaterra quiere y puede ser el gestor de todo paso comercial, con un control estricto de sus recursos.

A continuación los artículos que nos sirven de guía en esta idea:

 

Bioceánica obsesión en América Central: $$$$
FIEBRE POR UNIR OCÉANOS
Guatemala, Honduras y Nicaragua quieren unir ambos océanos (Atlántico y Pacífico) con canales fluviales o ferrocarriles. El reto es atraer la inversión extranjera para concretarlos. Aparentemente, es el gran motor de inversión posible. O sea que todos quieren parecerse a Panamá.

por CLAUDIA CONTRERAS

SAN JOSÉ DE COSTA RICA (Summa). En 1903, Estados Unidos y Panamá firmaron un tratado para la construcción de un canal interoceánico para barcos. “La mega-obra de ingeniería tomó diez años de construcción y un costo de US$387 millones”, señala la breve reseña histórica del Canal de Panamá.

Hace un siglo, la obra implicó cavar la Cordillera Continental, construir una represa, diseñar y construir las esclusas para el Canal, construir las mega-compuertas y lidiar con los enormes problemas ambientales. En 2014, el Canal de Panamá cumple un siglo de operación en un país cuya economía gira en torno a él: logística, inversión en capital humano, infraestructura y servicios.

Hoy, Guatemala, Honduras y Nicaragua han comenzado a impulsar sus propios megaproyectos de construcción para unir el océano Atlántico con el Pacífico. La creación de nuevas vías oceánicas no llega sola; además, los planes contemplan líneas férreas, construcción de oleoductos, nuevos puertos de aguas profundas en cada océano, zonas francas, una refinería y dos aeropuertos.

De los tres países, Nicaragua ya tiene avanzada la concesión por cincuenta años para construir el canal, prorrogables a cien años, a HK Nicaragua Canal Development Investment Co., Limited (HKND Group), firma recién creada en Hong Kong sin experiencia en construcción de canales. El presidente Daniel Ortega dijo en junio que la obra costaría US$40.000 millones y tendría una longitud tres veces mayor al Canal de Panamá. La firma china ya encargó el estudio de viabilidad de la ruta, que partiría por el litoral caribeño de Monkey Point hasta terminar en Puerto Corinto, en el Pacífico. El inicio de obras está previsto para 2014 y será administrado por una empresa público-privada con 51% de acciones para el Estado nicaragüense y 49% para los inversionistas extranjeros.

Los críticos del megaproyecto rechazan que no hubo referendo o licitación pública para esta millonaria inversión. “Si ya la concesión fue otorgada no se podrán negociar plazos, tarifas, compromisos ambientales y sociales y, en fin, docenas de temas que se negocian antes de adjudicar y que se usan para conseguir las mejores condiciones para el país”, detalló Roberto Artavia, ex rector de INCAE Business School al periódico Confidencial.

Sobre todo, los ojos están puestos en el impacto ambiental, pues una de sus potenciales rutas atraviesa el Gran Lago de Nicaragua, una reserva de agua potable y el dragado de 24 metros de profundidad en toda la vía.

El Corredor Interoceánico de Guatemala (CIG) se enfoca en la construcción de una vía férrea que atraviese el país de costa a costa, dos nuevos puertos, un gaseoducto, carretera de cuatro carriles para camiones de carga, zonas francas e incluye un corredor tecnológico de redes de fibra óptica. Guatemala ya comenzó la compra de terrenos en el proyecto estimado en US$4.000 millones. La idea es unir ambos océanos en cuatro horas. El presidente Otto Pérez ya realizó una gira para despertar el interés de inversionistas asiáticos y españoles. Guatemala necesita US$500 millones iniciales para comenzar a construir el corredor. Más que una competencia directa, el CIG se ofrece como complementario al Canal de Panamá.

Tal como hizo Guatemala, Honduras suscribió un estudio de viabilidad para crear una red de ferrocarriles desde el Caribe hasta el Golfo de Fonseca, en el Pacífico, con China Harbour Engineering Company Ltd. (CHEC). Su valor agregado es permitir el atraco de barcos de 300.000 toneladas en ambas costas. El proyecto está valorado en US$5.500 millones.

¿El istmo necesita más de dos canales?

 


La idea de EE.UU. y Nueva Zelanda de establecer zonas marinas protegidas en la Antártida ha sembrado la sospecha de que el motivo real sea controlar la riqueza natural. El corresponsal Diego Marín indaga en la importancia estratégica de la región.

Los millones de kilómetros cuadrados de la Antártida son un territorio prácticamente virgen. La Antártida, el sexto continente. Un lugar con una enorme biodiversidad y con una importancia acorde a su tamaño o en términos estratégicos.

Aún sin explorar en su totalidad, distintas estimaciones consideran que bajo la superficie se hallan enormes recursos naturales que podrían cambiar los equilibrios políticos que determinan hasta ahora las relaciones internacionales. Además, los 14 millones de kilómetros cuadrados del continente contienen nada menos que el 80% de las reservas de agua dulce del planeta. Un elemento que debido al aumento de la población y distintos procesos industriales se hará cada vez más escaso y evidentemente, valioso.

Por eso, hubo suspicacias respecto a la propuesta de Nueva Zelanda y EE.UU. para establecer una zona de preservación, incluida una de protección total en el mar de Ross.

Apropiarse de los recursos

“Podrían utilizar la investigación que se desarrolle en esta zona para apropiarse de los recursos”, comenta el analista internacional Juan Battaleme.

Este acuerdo no prosperó. Rusia y Ucrania se opusieron al establecimiento de esta zona de protección. Según sus representantes ante la Comisión para la Conservación de los Recursos Marinos Vivos de la Antártida la entidad carece de autoridad legal para establecer este tipo de áreas. Incluso, sería una redundancia de los términos del Tratado Antártico.

“El Tratado Antártico plantea que la Antártida entera es una área protegida de modo que EE.UU. no tiene por qué hacer ninguna cosa de manera unilateral”, según el profesor y economista en historia ambiental, Antonio Elio Brailovsky.

El Tratado Antártico entró en vigor en 1961 y en ese entonces fue firmado por 12 países, entre ellos los que mantienen reclamaciones territoriales sobre el continente.

Son siete países los que mantienen reclamaciones territoriales sobre enormes zonas de la Antártida. Como podemos ver en la gráfica Reino Unido, Argentina y Chile dicen tener derechos de soberanía sobre parte del continente, con la particularidad de que las zonas se superponen. También Nueva Zelanda, Francia, Australia y Noruega sostienen que enormes regiones del continente helado son parte de sus estados. Ninguno de todos estos reclamos tiene hasta ahora validez legal.

Desde la fecha de la firma, 50 países se han sumado a este tratado que busca salvaguardar el continente como un lugar de investigación científica. Pero el mismo resultado de ese trabajo ha indicado que hay una riqueza mineral que podría transformarse en objetivo para enormes empresas transnacionales, contraviniendo los mandatos del tratado antártico.

“Las grandes compañías norteamericanas no han renunciado a la idea de extraer minerales estratégicos de la Antártida”, sostiene Brailovsky.

Hasta ahora, el continente continúa siendo un santuario natural en el que la presencia del hombre es prácticamente nula. El consenso general es que la Antártida mantenga ese estatus, y así siga siendo clave en el mantenimiento de un ecosistema mucho más grande, nuestro propio planeta.

CANAL BIOCEANICO ARGENTINO

Articulo publicado en el diario El Tribuno el 24/06/2013
Dr. Javier Cornejo
Mapa mundial del antiguo comercio español del siglo XVIII en la ruta del pacífico.


En  columna  del  10 de junio pasado me refería a la “Alianza del Pacífico”. A la necesidad que nuestra región sea parte integrante.
Paralelamente asistíamos al anuncio que Nicaragua concretaba un acuerdo para la construcción del canal que, por su territorio, uniría el Atlántico con el Pacífico.
¡Otro “canal de Panamá”!. Esta vez chino.
Es imposible evitar sentir una desazón ante nuestras fabulosas posibilidades.
 ¡Fabulosamente desaprovechadas!.
NUESTRO CANAL
Los argentinos tenemos el mayor y magnífico “canal” del mundo. 
Me refiero al Corredor bi-oceánico: Atlántico – Río de la Plata- Paraná- Bermejo (“El Grande”)- Ferrocarril Belgrano- Pacífico y conexiones con Bolivia- Paraguay – Brasil.
Conectividad regional que fuera motivo de innumerables intentos, desde Juan Díaz de Solís queingresó al Río de la Plata convencido que lo llevaría a China,  hasta los registros firmes de navegación del Bermejo que datan de 1780, con la primera del Franciscano  Francisco Murillo; en 1789 el salteño Francisco Gabino Arias, en 1790 el también salteño Adrián Fernández Cornejo quien realizó un pormenorizado diario de navegación desde el Tarija hasta el Plata.
Es preciso mencionar a Don  Natalio Roldán fundador de la  “Cía. de Navegación del Río Bermejo”.  Los navíos que surcaron sus aguas:  los vaporcitos  “Yerba”, “El Mataco”, “El Gran Chaco”, “El Sol Argentino”, “Gobernador Leguizamón”, oficiales de EEUU a bordo del “Alpha” llegaron cerca de Orán, uno de los último el “Vapor Cornejo”.
El  9 de julio de 1911 el Ing. Julio Henry inaugura el  Servicio de Navegación del Bermejo con 5 chatas motoras, 6 chatas comunes, 7 remolcadores, y dos pontones cubriendo durante 34 años (hasta 1944) una navegación regular.
DECISION  FATAL
Indudablemente hubo una decisión imperial  de evitar progrese  nuestra conexión fluvial con el  Pacífico. Ello atentaría  contra el programado  drenaje de materias primas hacia la ciudad  porteña atlántica.
 Decisión que aniquiló las posibilidades de progreso  genuino de millones de hectáreas y pueblos  que hoy, realmente y no figurativamente, mueren de hambre y desnutrición, a los que se les agrega una política de tenebroso eco-terrorismo de intocabilidad de la naturaleza, condenándolos a una vida casi cavernícola, en desmedro de aplicar la creatividad humana para una transformación en progreso equilibrado y sustentables de los pueblos.
La navegación del Bermejo, su conectividad de salida al Pacífico, integración con Uruguay, Brasil, Paraguay, Bolivia, Chile; el aprovechamiento en riego de una superficie inimaginable, es una decisiva prioridad geopolítica que las distintas “comisiones” encargadas de innumerables “estudios”,  mantienen en cómplice suspenso defraudándonos  sin contemplación.
BERMEJO EL GRAN DESAFIO
Tal es el título de la publicación del Ing. Walter Luna, que merece especial atención. 
Fue presentada por el Diputado Nac. Eduardo Barrionuevo en 1994, refutando totalmente a los “entendidos cipayos” sostenedores de : “Nada se puede hacer  ya que  los sedimentos  acarreados por el río Iruya impiden todo proyecto de navegabilidad y/o canalización”.
Nicaragua tendrá su canal.
¡Nosotros seguimos deliberando!


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