GRECIA Y ARGENTINA:
ANALOGÍAS Y DIFERENCIAS.
Por Héctor GIULIANO
(16.7.2015).
La Crisis de Deuda
Griega tiene muchas analogías con la Argentina aunque también algunas
diferencias relevantes.
En ambos casos, los
gobiernos están frente al problema de una deuda impagable y, por ende, metidos
en una trampa de Deuda Perpetua dada la refinanciación integral y permanente de
todos sus vencimientos – pagando Deuda con Deuda – y tomando endeudamiento
adicional.
Sin perjuicio de que la
enunciación que sigue no sea completa, pueden identificarse tres grandes
analogías centrales en el problema de la Deuda de Argentina y Grecia: 1. El
Sistema de Deuda Perpetua, 2. Las re-estructuraciones o salvatajes, y 3. La
modalidad de negociación.
1.
SISTEMA DE DEUDA PERPETUA.
La adhesión a la trampa
de deuda impagable reside en que el gobierno Tsipras – como el gobierno Kirchner acá – no cuestiona
la legitimidad de la Deuda sino sólo el aligeramiento de las condicionalidades
de su refinanciación forzosa.
Se habla de los Efectos
– esto es, las consecuencias de los planes de ajuste fiscal para pagar la Deuda
– pero no de las Causas – que están en el origen irregular, ilegal e ilegitimo
de las acreencias reclamadas al Estado – lo que lleva a que los gobiernos de
ambos países coincidan en que la Deuda no se investigue, que los pagos de
servicios no se suspendan mientras se sustancien tales investigaciones y que,
consecuentemente – en Grecia como en la Argentina – nadie fue ni va preso por
las estafas en las deudas del Estado.
Esta impunidad en
cuanto a las irregularidades estructurales del Sistema de la Deuda Perpetua se
agrava con la continuidad del Sistema porque Grecia, como la Argentina, no
busca una salida del Sistema sino su permanencia dentro del mismo:
-
Grecia lo hace con su nuevo pedido de “rescate”
o re-estructuración – el llamado reperfilamiento o nueva refinanciación de
obligaciones impagables - que se realiza y se
seguirá realizando cancelando todos los vencimientos con nuevos
préstamos de los acreedores.
-
Argentina lo hace con su re-endeudamiento
sistemático y su aspiración de volver a colocar Deuda en el Mercado
Internacional de Capitales, según el objetivo del Megacanje Kirchner-Lavagna de
2005-2010 y la Hoja de Ruta Boudou desde 2008.
Así como en el Mundo
nadie pelea realmente “contra la Droga” sino “por la Droga”, es decir, por el
control del negocio de la Droga, así también nadie pelea contra el Sistema de
la Deuda – entendida como trampa de Deuda Perpetua – sino que todos luchan “por la Deuda”, por mantenerse dentro
del Sistema y obtener más préstamos ya que, más allá de los discursos
grandilocuentes, nunca se trata de una confrontación de fondo contra el Sistema
sino de un discurso de forma dentro del Sistema.
De allí que episodios
como la actual coyuntura de la deuda griega o la deuda argentina – hoy complicada
aún más por la cuestión de los Holdouts – tienen que ser observados no como
excepciones a la normalidad del Sistema de la Deuda sino como capítulos
periódicos dentro de un esquema de re-endeudamiento permanente.
2.
RESCATES O SALVATAJES.
Los paquetes de
préstamos vía re-estructuraciones de Deuda no son rescates o ayudas a los
países deudores sino salvatajes a los acreedores de esos países que, caso
contrario, se quedarían sin cobrar.
Por ello, el primer
punto a considerar cuando se analizan los periódicos estallidos por
inconsistencias del Sistema es ver si los acreedores originales – culpables y/o
responsables directos del endeudamiento en tándem con los gobiernos corruptos
que lo contrajeron – todavía permanecen como acreedores o si, en cambio, ya han
salido del problema, esto es, si ya se han liberado del riesgo de impago porque
ese riesgo cierto ha sido traspasado a otro.
La gran omisión dentro
de la casi infinita masa de informaciones y comentarios sobre la Crisis de Deuda
Griega es que los principales Acreedores Privados – empezando por los bancos de
inversión Goldman Sachs, JP Morgan-Chase y otros, que fueron fautores o
artífices del endeudamiento griego y cómplices en su ocultamiento – ya se han
salvado, ya han salido del problema porque la enorme deuda que habían colocado
y también tomado ya fue traspasada a terceros, que ahora son instituciones
públicas internacionales.
En 2012, la Deuda
Pública de Grecia – que actualmente suma 320.000 M€ (Millones de Euros) ó 342.000
(según algunos cálculos más precisos) – estaba contraída mayoritariamente con
grandes bancos (europeos y norteamericanos): 193.500 MD (Millones de Dólares,
que hoy cotizan a 1.09 US$/€). Ahora esa masa de deuda con bancos se ha
reducido a 33.000 MD.
¿Qué ha ocurrido en el
interregno? Que Grecia ha recibido grandes paquetes de rescate por entre 240 y
270.000 M€ del Eurogrupo de Bruselas – la ex Troika conformada por la Comisión
Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional
(FMI) – para que el país le pudiese cancelar la mayoría de la Deuda a los
Bancos y se quedase debiendo entonces esa suma a organismos financieros
estatales, re-estructuraciones mediante.
En este momento se discuten
las condiciones de un tercer rescate, que es la tercera re-estructuración, y
que deviene necesaria porque las dos anteriores (2010 y 2012) fracasaron, como
fracasan todos los paquetes de refinanciación, que primero se venden a la
opinión pública como supuestos “éxitos de negociación” que sólo sirven para
diferir o “patear” los compromisos próximos para adelante pero luego se
demuestran siempre ineficaces como soluciones de fondo del problema de la
Deuda.
Es lo mismo que ha
pasado aquí, en la Argentina con las “exitosas” renegociaciones de Deuda Externa
de 1985-87 (Acuerdos de Nueva York del gobierno Alfonsín), de 1992-93 (Plan
Brady, bajo Menem-Cavallo), Megacanje 2001 (con De la Rúa-Cavallo) y 2005-10
(Megacanje Kirchner-Lavagna, ya igualmente sujeto a revisión dado que la
administración K no ha tenido ni tiene solvencia fiscal para cumplirlo como no
sea emitiendo continuamente más deuda).
Se trata de una maniobra
ya clásica en materia de Deuda Pública: primero se consintió en el rescate o
traspaso del gran paquete de deudas impagables que Grecia tenía con los acreedores
bancarios – básicamente el grupo citado de grandes bancos y fondos de inversión
norteamericanos y europeos que llevaron al mayúsculo e irresponsable
endeudamiento sin capacidad de repago del país – y luego, cuando estalla la
Crisis de Deuda a partir de 2009, vinieron los rescates o grandes
re-estructuraciones con el traspaso de la gran masa de endeudamiento a nuevos
acreedores oficiales, que cargan así el peso de la refinanciación para el salvataje
de los bancos.
La regla es siempre la
misma: 1. Deuda de los Estados con Bancos Privados, 2. Salvatajes a los Bancos
vía estatización directa o indirecta de esas obligaciones – es decir, pasándole
el “fardo” de las deudas impagables a instituciones oficiales – y 3. Disminución
de la Deuda con Terceros Privados para volver al Mercado Internacional de
Deuda.
En algunos casos – como
la Argentina K – este paso intermedio de descarga de la deuda con terceros se
ha cumplido a través del pago privilegiado de las deudas con privados y
organismos financieros internacionales a costa de aumentar en forma
extraordinaria la deuda impagable intra-Estado (más del 60 % de la Deuda Total)
para allanar así la vuelta a tomar nueva Deuda Externa.
3.
ESTILO DE NEGOCIACIÓN.
Como ya es usual en
estos casos de Crisis de Deuda, algunos países sumamente endeudados – como
Grecia y la Argentina – tienen gobiernos con discurso muy confrontativo frente
a los poderes financieros expuestos “para la galería” pero realidades muy
diferentes cuando las palabras se bajan a los hechos.
Es el caso del gobierno
Kirchner, que se jacta de haberse liberado del FMI mientras permanece dentro de
un Sistema Financiero Internacional (SFI) que sigue teniendo precisamente como
referente técnico al FMI, que dice haberse des-endeudado cuando la Deuda
Pública ha venido y sigue aumentando bajo su gestión a un ritmo de más de
10.000 MD por año (19.000 MD en 2014 y otros 18.000 MD previstos para el 2015),
que aparenta resistir los condicionamientos financieros externos pero se
reconoce “pagador serial” con récords históricos de pago de Deuda Externa, que
declara diferenciarse de las anteriores políticas neo-liberales pero también aumenta
la Deuda Pública de su administración, mantiene un retraso cambiario para poder
sostener el pago de los servicios externos y sigue colocando deuda nueva a
través de otro “festival de bonos” – en moneda local y extranjera – aceptando
tasas de interés usurarias (del 9 % en dólares y el 30 % en pesos); y que habla
contra los planes de austeridad pero practica planes de ajuste encubiertos por
la vía de los ingresos: aumento de la presión tributaria, emisión inflacionaria
para sostén del gasto público (influido directamente por los servicios de la
Deuda) y toma de deudas adicionales.
El caso de Grecia es
más patético porque el gobierno Tsipras tiene menos elementos para poder
ocultar esta realidad que aquí la administración Kirchner.
Es algo típico de algunos
regímenes identificados como “ultra-izquierdistas”, que tienen discursos duros
pero luego terminan claudicando frente al choque contra la realidad.
La nueva administración
del partido Syriza – electo en Enero pasado – encaró mal las negociaciones con
la Troika: desplantes fuera de estilo diplomático del ex ministro de Finanzas
Varufakis (algo parecido a las informalidades y expresiones aquí del ministro
Kicillof), inconsistencias en el planteo del premier Tsipras al no cuestionar
ni investigar las irregularidades de la Deuda Griega y tratar de resistirse con
argumentos populistas contrarios a los planes de ajuste exigidos por sus
acreedores (como aquí la presidenta CFK), técnica de dilaciones con posiciones
negociadoras totalmente débiles (como aquí con el desacato del fallo Griesa),
intento de desvío del eje de las discusiones con planteos jurídica e
históricamente desubicados como el reclamo de reparaciones de guerra contra
Alemania después de 70 años de terminado el conflicto y de firmado el Tratado
de Londres de 1953 (algo parecido a la invocación aquí de los efectos de las
políticas neoliberales de las décadas del ´70 y del ´90); y desmentida final de
los hechos con la capitulación post-referéndum del 5.7, que rechazaba las
condiciones del documento del Eurogrupo del 25.6 pero terminó aceptando
condiciones peores después de la consulta popular (punto de contradicción, este
último, que en la Argentina la administración K trata de evitar – como el caso
de los Holdouts y de una nueva reestructuración de Deuda – traspasándole
directamente el problema al futuro gobierno mientras compra su supervivencia
financiera y política a costa de seguir colocando Deuda Nueva).
El ocultamiento de
datos es también un elemento común en el estilo de manejo de las informaciones
de los gobiernos de Grecia y de la Argentina, particularmente los falseamientos
de las cifras de Deuda - con fuertes sumas
de obligaciones no computadas y omisión de la Deuda Pública Indirecta (Empresas
del Estado y Entes Oficiales) – así como la verdadera magnitud de los déficits presupuestarios.
No es casual que entre
las exigencias de saneamiento fiscal para garantizar el pago de la Deuda el
Eurogrupo le obligue ahora al gobierno griego la reforma de su oficina de
estadísticas para blanquear los datos de sus cuentas nacionales (algo similar a
lo planteado por el FMI contra la Argentina).
En síntesis, que las
posturas públicas del gobierno Tsipras (cuyos planteos - pese a su discurso - durante
las negociaciones no estaban en la práctica tan distantes de sus acreedores) vendieron
a la opinión pública una imagen de resistencia y confrontación que no se
correspondía con los hechos (lo mismo que acá la administración K en materia de
Deuda, cuestión de los Fondos Buitre, situación fiscal o estadísticas del
INDEC).
Tales son las
principales analogías entre las Crisis de Deuda de Grecia y la Argentina.
Pasemos ahora – aunque
mucho más brevemente – a ciertas diferencias relevantes en la situación de los
dos países, que hacen también a tres puntos, tocantes a: 1. La pertenencia de
Grecia a la Zona del Euro, 2. Su Sistema Bancario dentro de la Unión Europea
(UE) y 3. Cuestiones políticas de orden internacional en el seno del Viejo
Continente.
Se trata de
características que se dan en Grecia pero que no tienen un correlato directo con
la Crisis de Deuda de la Argentina (salvo algunos temas parciales o indirectos,
como el giro en las relaciones globales con Rusia y China, por ejemplo, si bien
no llegan al fondo de las mismas cuestiones planteadas).
- GRECIA Y LA EUROZONA.
Como miembro de la Zona
del Euro Grecia tiene un régimen de moneda común o unidad monetaria que
conlleva un sistema institucional del que el país no puede salir fácilmente
porque no tiene facultad de emitir moneda propia ni vinculada a una tercera
(como era aquí bajo la convertibilidad del peso en la década del `90), porque
un intento de salida bajo la actual crisis de Deuda conlleva el riesgo de una
macro-devaluación peor que la de Argentina en 2002, que puede derivar en una
inflación no controlable y que llevaría a un default o cesación de pagos
generalizada por la brecha euro-dracma o cualquier otra moneda sustitutiva.
Existe la posibilidad –
al menos teórica – que el gobierno de Atenas pueda intentar poner en
circulación una moneda paralela o “moneda-muleto” (como aquí se enunció la idea
del Argentino durante el efímero gobierno de Rodríguez Saá) pero la
administración Tsipras parece muy distante de adoptar una variante de este tipo
ya que su intención y necesidad inmediata es permanecer en la zona del euro.
La alternativa o
amenaza de la línea dura del Eurogrupo – caso del Ministro alemán de Finanzas,
Schäuble – era la posibilidad de una suspensión “transitoria” de Grecia dentro
de la Eurozona pero ello parece ahora descartado en la medida que el gobierno
Tsipras se allana a las exigencias de los acreedores.
Esta adscripción
institucional de Grecia a la Zona del Euro difiere de la Convertibilidad
Argentina de la década del ´90, donde el dólar era una referencia formal pero
modificable por Ley (la 23.928).
- EL SISTEMA BANCARIO.
Dado que el Banco
Central (BC) de Grecia no puede emitir moneda propia debido a su adopción del
Euro como Moneda Común los bancos griegos están sostenidos actualmente contra
cualquier corrida de depositantes por una línea de crédito especial del BCE: el
ELA o programa de Asistencia de Liquidez de Emergencia.
Esta línea - hoy del
orden de los 90.000 M€ - es independiente de la refinanciación o nuevo préstamo
negociado de 86.000 M€ para cubrir los pagos de deuda del Tesoro durante los
próximos tres años.
En este último aspecto
es muy probable que la presión o chantaje del Eurogrupo contra el gobierno Tsipras
haya pesado más por el lado del sostenimiento de los bancos locales que por el
llamado tercer rescate en sí mismo.
- FACTORES POLÍTICOS.
Como ocurre
inexorablemente en todos los casos de
Crisis de Deuda, la de Grecia está también imbricada en la compleja trama de
intereses zonales de Política Internacional y Geopolítica.
La característica más
ostensible y directa es el uso de la crisis griega como forma de ataque del
tándem atlantista Estados Unidos-Gran Bretaña contra la UE en general y contra
Alemania en particular, como parte de la pugna entre el Dólar y el Euro.
No parece casual que
los medios de las dos grandes potencias citadas se hayan mostrado
comparativamente favorables a la resistencia del gobierno griego contra el
Eurogrupo, que conocidos economistas norteamericanos como Joseph Stiglitz y
Paul Krugman – entre otros - hayan alentado la rebeldía del primer ministro Tsipras, que se haya azuzado
el resentimiento griego por la ocupación alemana durante la Segunda Guerra
Mundial y que se haya exagerado la dureza de la posición germana hoy – que
tiende a defender a rajatabla la disciplina de la Eurozona, la política común
de la UE en materia Monetaria/Fiscal y el salvataje al Sistema Financiero
Europeo (que también incluye obviamente los intereses de la banca alemana) –
mostrándola como forma de neo-colonialismo económico-financiero dentro de
Europa.
Incluso la posición relativamente
más benigna frente a Grecia del FMI – donde los Estados Unidos tiene la primera
mayoría de votos – ha sido mencionada como producto o reflejo de la postura
conciliatoria del gobierno Obama frente a Tsipras en un momento en que se
podría temer un eventual giro de la administración griega hacia Rusia y/o China
(bilateral o vía BRICS)
En síntesis, la Crisis
de Deuda Griega no puede dejar de ser vista también como un subcapítulo de las
luchas que se dan en el plano de los poderes mundiales.
Hasta aquí la
interpretación personal acerca de algunos de los elementos de análisis sobre
analogías y diferencias entre las Crisis de Deuda de Grecia y la Argentina.
DEUDA POR TERRITORIO
Por
Javier Cornejo
Artículo
publicado en el diario El Tribuno el 15 de noviembre de 2010
El 18 de marzo de 2002, el
Cronista Comercial hizo público un documento por el cual el miembro de la CIA
Norman Bailey (devenido en asesor presidencial), recomendaba al entonces
presidente Eduardo Duhalde los «17 puntos» para que Argentina salga de la
crisis de esos años.
Introduciendo la propuesta para
que Argentina acceda a entregar terrenos fiscales para reducir la deuda
externa, por un lado, y la emisión de bonos atados al crecimiento del PBI, por
el otro.
El decreto Nº 533/2002 de
Duhalde vino a complementar el vaciamiento nacional iniciado por Carlos Menem.
Al decir de Bailey: «En la Argentina no quedan muchos activos por vender, pero
aún se puede armar un esquema de canje de deuda usando tierras fiscales y
activos provinciales».
Si bien oficialmente no se
efectuó un canje por deudas, sí la entrega de tierras a «inversores»
extranjeros se puso en marcha: Tompkins, Benetton, Turner, Turner Foundation,
Lewis, Patagonia Land Trust, Stallone,
World Land Trust, Anglo Gold,
Soros y otros tantos lo atestiguan.
La modalidad es la «compra» de
territorios para convertirlos en supuestos santuarios ecológicos, administrados
por manos privadas, que curiosamente contienen recursos estratégicos y están
ubicados casualmente en zonas de importancia geopolítica. Tal es el caso de la
«compra» de Tompkins en los esteros del Iberá, precisamente por su barro, el
que junto a una aleación de silicio y titanio produce una cerámica 48% más dura
que el acero y con un peso 72% inferior. Esencial para los viajes espaciales (Mariano
Catán «El barro del Iberá» Posadas. Edición 2005).
La crisis financiera mundial
puso en el tapete la posibilidad de que Grecia venda islas para saneo
financiero.
La Argentina está entre los
seis países más extensos del mundo, y si computáramos la plataforma
continental, seríamos uno de los tres países de menor densidad poblacional
(junto con Australia y Canadá Commonwealth).
En la Patagonia y nueva
provincia de Tierra del Fuego, la relación entre km2 y cantidad de habitantes
es inferior a la exigida por la ONU para que tal territorio conforme un país.
Es por tanto, susceptible de ocupación extra nacional.
Londres
asegura hegemonía
El 50% de nuestro territorio
está usurpado o es pretendido por el imperio británico. La necesidad de
«lebensraum» es una estrategia de futuro.
Para que no queden dudas de la
necesidad de tal «espacio vital», es por lo que Londres fortificó a ultranza
Malvinas.
No para defenderse de una
eventual acción bélica de recuperación soberana de Argentina. Tal posibilidad
la toman como chiste.
Tal fortificación se efectuó
para disuadir a terceros estados de su apetencias por el sur Argentino y
especialmente el Territorio Antártico.
Asimismo, una vez completada
tal fortificación, significó el punto de apoyo británico para el relanzamiento
inglés en Latinoamérica, tal lo expuesto por el ministro de Relaciones
Exteriores William Hague: «El retiro de la gran región terminó y llegó el
momento de que se inicie el avance». (El Tribuno10-11-10 pág. 8).
La claridad de tales conceptos me exime de mayores comentarios.
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