Chang’e 4, una sonda china
en la cara oculta de la Luna
Daniel Marín 20 jul 15
El 14 de
diciembre de 2013 China se convirtió en la tercera nación del planeta Tierra
que realizó un aterrizaje suave en la superficie lunar cuando la sonda Chang’e
3 (CE-3) se posó en el Mare Imbrium (44,12° norte, 19,51° oeste). Aunque el
rover Yutu sucumbió a las pocas semanas del alunizaje, la sonda sigue activa,
lo que constituye un logro de primera magnitud para el programa espacial chino.
Tras la Chang’e 3 debía haber despegado la Chang’e 4 (CE-5), una sonda gemela
de la anterior construida como reserva en caso de que el primer intento de
alunizaje no hubiese salido según lo esperado. Originalmente planeada para
2015, la Chang’e 4 ha sido aplazada una y otra vez, hasta el punto de que ha
estado a punto de ser cancelada. Sin embargo, las últimas noticias que nos
llegan desde China indican que la misión sigue adelante con un objetivo más
ambicioso: convertirse en el primer artefacto humano que aterriza en la cara
oculta de la Luna.
Vista de la Chang’e-3 en la superficie lunar desde el rover Yutu (http://moon.bao.ac.cn). |
Los
motivos de la casi cancelación de la Chang’e 4 hay que buscarlos, por un lado,
en el tremendo éxito de la Chang’e 3. La Chang’e 3 completó todos los objetivos
de la misión al primer intento y, a pesar de que la corta vida útil de Yutu fue
un poco decepcionante, ciertamente es casi imposible imaginar una misión
similar que lo pueda hacerlo mejor. El segundo motivo tiene que ver con las
próximas misiones lunares que China planea lanzar durante los próximos años.
La Chang’e 4 tendrá un diseño similar a la Chang’e 3 (Research in Astronomy and Astrophysics). |
La
prioridad para China en estos momentos es completar la tercera fase del
programa de exploración lunar CLEP, que pasa por el lanzamiento de la sonda
Chang’e 5 para traer muestras de la superficie lunar en 2018. Esta ambiciosa
misión está formada por dos naves: un módulo basado en la Chang’e 3 que
aterrizará en la superficie lunar para recoger las muestras y otra con una cápsula basada en la empleada por las naves
tripuladas Shenzhou para traer las rocas lunares a la Tierra. La misión es tan
complicada que el año pasado despegó la sonda Chang’e 5-T1 para demostrar el funcionamiento de la
maniobra de doble reentrada de la cápsula con las muestras. Aparentemente, la
factura de la Chang’e 5 y demás misiones asociadas ha sido mayor de lo
esperado, de ahí que China haya sopesado seriamente la cancelación de la
Chang’e 4.
Sonda de retorno de muestras lunares Chang’e 5. Será lanzada en 2018. |
El consenso
entre la comunidad científica china es que la Chang’e 4 se llevará a cabo solo
si se consigue un objetivo realmente interesante para esta misión.
Evidentemente, repetir la hazaña de la Chang’e 3 no tiene mucho mérito, así que
el plan actual pasa por mandar la sonda a la cara oculta de la Luna, allí donde
ningún artefacto humano ha llegado antes. El principal obstáculo para una
misión de este tipo reside en la imposibilidad de comunicarse directamente con
la Tierra desde la cara oculta, por lo que resulta necesario lanzar antes un
satélite que retransmita la señal de la sonda.
Este
satélite, denominado por el momento como LRS (Lunar Relay Satellite),
estaría situado en una órbita de halo alrededor del punto de Lagrange L2 del
sistema Tierra-Luna sobre la cara oculta de nuestro satélite, permitiendo una
comunicación continua con las estaciones de tierra. Obviamente, el LRS debería
despegar antes que la Chang’e 4 y casi con toda seguridad estaría basado en la
tecnología usada para los orbitadores Chang’e 1, Chang’e 2 y Chang’e 5-T1.
Recientemente, el orbitador de la Chang’e 5-T1 fue situado en el punto de Lagrange EML-2. De paso, el LRS
también serviría para ayudar a una eventual misión de recogida de muestras en
la cara oculta, una tarea que podría llevar a cabo la Chang’e 6.
El satélite de retransmisión de datos LRS será parecido a las Chang’e 1 y 2 (CNSA). |
China
baraja 2018 o 2019 como la fecha más probable para el lanzamiento de la Chang’e
4, aunque quizá se retrase hasta 2020 debido a su proximidad en el tiempo con
la Chang’e 5. Puesto que no tiene mucho sentido lanzar antes la Chang’e 5 que
la Chang’e 4, es muy posible que en el futuro se cambie el nombre de ambas misiones.
En cuanto a la carga útil, la Chang’e 4 llevará una versión mejorada de los
equipos de la Chang’e 3, incluyendo un rover. En cualquier caso, todavía no
está decidido qué instrumentos llevará la sonda. La zona de aterrizaje podría
ser la enorme cuenca de impacto Polo Sur-Aitken.
Visitar
la cara oculta de la Luna no es la única misión que podría llevar a cabo la
Chang’e 4. Hace poco China también ofreció a otras potencias espaciales
colaborar en el proyecto, especialmente a Europa, interesada desde hace años en
mandar instrumentos a los polos lunares para estudiar el hielo de aquellas
zonas. Sin embargo, las circunstancias políticas no favorecen una misión
conjunta de este tipo, así que casi con toda seguridad la Chang’e 4 irá a la
cara oculta o no será.
La cara oculta de la Luna y la Tierra vistas por la Chang’e 5-T1 (Xinhuanet). |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario