Tucumán se indignó al conocer la noticia: una niña
de apenas 11 años había dado a luz a un bebé en la ciudad de La Cocha. La madre
de la criatura ultrajada, una mujer muy humilde, hizo la denuncia y consiguió
que dos sospechosos de 22 y 24 años fuesen detenidos e imputados por el delito
de violación. A su vez la señora rechazó un acuerdo económico ofrecido por los victimarios
para que retirara la denuncia. Ahora se esperan los resultados de
una prueba de ADN para determinar quien fue el responsable del embarazo.
Sin embargo no todos se conformaron con el final
relativamente feliz: no faltaron las infames hembristasque señalaron que ese niño
debió de haber sido violentamente abortado según lo estipula la jurisprudencia
sentada por el Fallo FAL, y que su madre –precisamente por no haber podido
abortar– vivirá traumada de por vida y jamás podrá volver a ser feliz.
Ahora la noticia resurge en la prensa tucumana.
Pero esta vez la madre de la víctima denuncia el desamparo: desde que el asunto se
hizo público, su familia no recibió ni ayuda social, ni ayuda legal, ni mucho
menos ayuda psicológica. La vida de la señora se ha convertido en un penoso
peregrinar entre juzgados y hospitales.
La pregunta que todos nos hacemos es obvia: ¿dónde
están las hembristas? ¿Acaso la abogada Soledad Deza del Centro de Estudios de
Género de la Universidad San Pablo-T o la psicóloga Rosa Alastuey del
Movimiento Libres del Sur –dos opinólogas que hablaron públicamente sobre el
caso– no tienen tiempo para asistir a la víctima? ¿O es su actitud una forma de
represalia contra la madre de la niña violada porque ella eligió que su nieto
viviera en lugar del homicidio que le ofrecían?
La niña que fue mamá tras
un abuso no recibe asistencia
La
víctima viajó a la capital con su beba para que le realizaran un análisis de
ADN. Buscan identificar al progenitor. Su familia dijo que no le brindaron
tratamiento psicológico ni le asignaron un abogado.
Martes 07
de Julio 2015
SOLAS.
Aseguran que ninguna autoridad se acercó a ayudar a la niña de 11 años ni a su
beba recién nacida. foto / la gaceta
La madre
y la abuela de E., una niña que tenía 10 años cuando fue violada por dos
hombres y quedó embarazada, reclamaron esta semana -al ser entrevistadas por LA
GACETA- que la víctima no recibe asistencia psicológica.
Las mujeres remarcaron que tampoco se les asignó un abogado oficial para que se hiciera cargo de la causa, por la que están detenidos dos jóvenes de 22 y 24 años. Ambos están acusados de haber sido los autores de este delito, que ocurrió el año pasado en La Cocha.
Otro de los reclamos de esta familia de bajos recursos que vive en La Invernada fue que, según dijeron, tampoco recibieron ningún tipo de asistencia social para mantener a la beba que E. dio a luz hace casi tres meses.
Estudio de ADN
En esta situación, la menor y su beba estuvieron el viernes en la capital para que se les tomara una muestra de saliva y se practicara un estudio de ADN, solicitado por el fiscal de Instrucción de la III° Nominación del Centro Judicial Concepción, Jorge Echayde. Con ese examen se intenta determinar cuál de los imputados sería el progenitor de la beba.
En ese viaje esta familia aprovechó para retirar una bolsa con ropa que le fue donada por una comerciante que se puso en contacto con ellas al saber lo que les había ocurrido. “La única vez que habló con un psicólogo fue cuando le tomaron declaración en cámara gesell. Después nos dijeron que fuéramos al hospital a buscar un terapeuta, pero ahí no hay turnos y no nos alcanza para pagar uno”, dijo la madre de la menor.
A su vez, la abuela de la víctima dijo que la niña sufre trastornos psicológicos. “Le hablo y trato de explicarle que ahora está la bebé y tenemos que ver por ella. Pero es difícil. Está casi todo el tiempo nerviosa y por las noches siempre tiene dolores de estómago. Pienso que todo es por lo que le pasó. Nosotras le hablamos todo el tiempo pero no es lo mismo que un psicólogo. Hay cosas que parece que le da vergüenza decirnos”, analizó la mujer.
Pero estas no son las únicas falencias en el acompañamiento postraumático de la víctima. Según su madre y su abuela, también tuvieron que soportar varias demoras hasta que consiguieron que les hicieran la prueba para el estudio de ADN.
“Como no tenemos un abogado, es muy difícil que nos lleven el apunte. Si no vamos a tribunales con una orden de la Policía, nos hacen esperar toda la mañana. Además, la abogada de uno de los acusados nos dijo que las pruebas iban a demorar más de cuatro meses. Los abogados cobran mucho y nosotros no tenemos cómo pagarles. Todos los trámites se aceleraron cuando esto salió la semana pasada en televisión (un canal de noticias porteño le dio difusión al caso). Hasta nos dieron turno para sacarle el documento a la bebé”, dijo la madre de E.
Las mujeres se quejaron porque sólo recibieron una visita de la asistente social de la escuela a la que va la menor y otra por parte de autoridades del Siprosa. Pero ninguna de estas personas resolvieron ni la asistencia social para la bebé ni la asistencia psicológica para la víctima.
El fiscal Echayde, por su parte, informó que los dos imputados por el abuso sexual están con prisión preventiva. “Estuvimos haciendo distintas medidas de pruebas, como las testimoniales. El examen de ADN que se debe realizar es una de las medidas, que servirán sólo para acreditar si uno de los sospechosos es el autor del delito”, explicó.
En cuanto al reclamo de asistencia de las mujeres, el fiscal aclaró que en su caso sólo puede tratar de establecer quiénes son los autores del hecho. “La Justicia no es la encargada de la asistencia social o de salud de la bebé. Hay otros organismos del Estado para ello”, añadió.
Las mujeres remarcaron que tampoco se les asignó un abogado oficial para que se hiciera cargo de la causa, por la que están detenidos dos jóvenes de 22 y 24 años. Ambos están acusados de haber sido los autores de este delito, que ocurrió el año pasado en La Cocha.
Otro de los reclamos de esta familia de bajos recursos que vive en La Invernada fue que, según dijeron, tampoco recibieron ningún tipo de asistencia social para mantener a la beba que E. dio a luz hace casi tres meses.
Estudio de ADN
En esta situación, la menor y su beba estuvieron el viernes en la capital para que se les tomara una muestra de saliva y se practicara un estudio de ADN, solicitado por el fiscal de Instrucción de la III° Nominación del Centro Judicial Concepción, Jorge Echayde. Con ese examen se intenta determinar cuál de los imputados sería el progenitor de la beba.
En ese viaje esta familia aprovechó para retirar una bolsa con ropa que le fue donada por una comerciante que se puso en contacto con ellas al saber lo que les había ocurrido. “La única vez que habló con un psicólogo fue cuando le tomaron declaración en cámara gesell. Después nos dijeron que fuéramos al hospital a buscar un terapeuta, pero ahí no hay turnos y no nos alcanza para pagar uno”, dijo la madre de la menor.
A su vez, la abuela de la víctima dijo que la niña sufre trastornos psicológicos. “Le hablo y trato de explicarle que ahora está la bebé y tenemos que ver por ella. Pero es difícil. Está casi todo el tiempo nerviosa y por las noches siempre tiene dolores de estómago. Pienso que todo es por lo que le pasó. Nosotras le hablamos todo el tiempo pero no es lo mismo que un psicólogo. Hay cosas que parece que le da vergüenza decirnos”, analizó la mujer.
Pero estas no son las únicas falencias en el acompañamiento postraumático de la víctima. Según su madre y su abuela, también tuvieron que soportar varias demoras hasta que consiguieron que les hicieran la prueba para el estudio de ADN.
“Como no tenemos un abogado, es muy difícil que nos lleven el apunte. Si no vamos a tribunales con una orden de la Policía, nos hacen esperar toda la mañana. Además, la abogada de uno de los acusados nos dijo que las pruebas iban a demorar más de cuatro meses. Los abogados cobran mucho y nosotros no tenemos cómo pagarles. Todos los trámites se aceleraron cuando esto salió la semana pasada en televisión (un canal de noticias porteño le dio difusión al caso). Hasta nos dieron turno para sacarle el documento a la bebé”, dijo la madre de E.
Las mujeres se quejaron porque sólo recibieron una visita de la asistente social de la escuela a la que va la menor y otra por parte de autoridades del Siprosa. Pero ninguna de estas personas resolvieron ni la asistencia social para la bebé ni la asistencia psicológica para la víctima.
El fiscal Echayde, por su parte, informó que los dos imputados por el abuso sexual están con prisión preventiva. “Estuvimos haciendo distintas medidas de pruebas, como las testimoniales. El examen de ADN que se debe realizar es una de las medidas, que servirán sólo para acreditar si uno de los sospechosos es el autor del delito”, explicó.
En cuanto al reclamo de asistencia de las mujeres, el fiscal aclaró que en su caso sólo puede tratar de establecer quiénes son los autores del hecho. “La Justicia no es la encargada de la asistencia social o de salud de la bebé. Hay otros organismos del Estado para ello”, añadió.
http://www.lagaceta.com.ar/nota/644799/policiales/nina-fue-mama-tras-abuso-no-recibe-asistencia.html
Ordenaron pruebas de ADN
para saber quién es el padre del bebé que tuvo una niña violada
Dos jóvenes
de 22 y de 24 años están acusados de haber abusado sexualmente de E. Ambos
sospechosos están detenidos y deben declarar ante el fiscal El estudio genético
fue ordenado por la Justicia; la víctima identificó a sus agresores durante una
declaración realizada en Cámara Gesell
Lunes 04
de Mayo 2015
VÍCTIMA.
La niña, que tiene 11 años, fue violada el año pasado; quedó embarazada y dio a
luz en abril. LA GACETA / FOTO DE Osvaldo Ripoll
Los dos
hombres acusados de haber violado a E., una niña de 11 años que quedó
embarazada por causa de estos ataques sexuales, serán sometidos a una serie de
pruebas genéticas para determinar cuál de ellos es el padre de la beba que la
víctima dio a luz en abril.
Los acusados son G. D. M., de 22 años, y J. C. P., de 24. Ambos fueron detenidos la semana pasada por la Policía luego de que el fiscal de Instrucción de la III° Nominación del Centro Judicial Concepción, Jorge Echayde, analizara el relato de la víctima y considerara que había argumentos suficientes para requerir su detención.
La investigación de los delitos sexuales requiere un trabajo interdisciplinario en el que también intervienen psicólogos para asistir a la víctima. Por esto, según explicó Echayde, la declaración de E. se realizó en Cámara Gesell. “Cuando este caso llegó a la fiscalía no pudimos tomarle declaración a la menor porque estaba internada debido al embarazo de alto riesgo que tenía. Tuvimos que esperar a que diera a luz para poder indagarla. En la declaración en Cámara Gesell surgieron los nombres de los imputados”, detalló el fiscal.
Aún no declararon
A pesar de que G.D.M y J.C.P. fueron detenidos la semana pasada, todavía se aguarda que presten declaración ante el fiscal. Esa medida procesal se llevaría a cabo esta semana junto con las pruebas genéticas solicitadas por el instructor.
Por otra parte, fuentes tribunalicias señalaron que no hay estadísticas acerca de los casos de abusos sexuales que se registran en el Centro Judicial Concepción aunque señalaron que esas cifras se habrían incrementado en los últimos cuatro años. “Desde 2011 a 2013 hubo un incremento anual de un 20% en las denuncias por delitos en general que son recibidas por las fiscalías. Los violaciones y los abusos sexuales están incluidos dentro de ese incremento. El año pasado, hubo un aumento en las denuncias que llegó al 50% con respecto a 2013. Por esto, consideramos que los casos de delitos sexuales tuvieron un aumento similar a estos porcentajes”, analizaron.
En este sentido, las fuentes también explicaron que es complejo determinar la cantidad real de los delitos sexuales que ocurren. “Los abusos sexuales son delitos que, por sus características, muchas veces ni siquiera son denunciados. Por eso las cifras podrían ser aún mayores”, concluyeron.
Luego de haber declarado, la víctima será asistida por medio de un tratamiento sicológico.
Burlas en el aula
E. vive junto con su madre y su abuela en una precaria propiedad ubicada en La Invernada, en La Cocha. El viernes, al ser entrevistadas por este diario, explicaron que los imputados hablaban en el pueblo acerca de lo que le habían hecho y que se burlaban de la menor. La víctima -que todavía cursa la primaria- le contó a su familia que incluso sus compañeras de grado se reían de lo que le había pasado. “Ellas no sabían que la habían violado porque estos hombres decían que ella estaba saliendo con ellos”, remarcó la mamá de E.
El año pasado fue la primera vez que la madre de la víctima quiso demandar ante las autoridades lo que le había pasado a su hija. Pero en la comisaría de Alberdi no quisieron tomarle la denuncia e incluso, según la mujer, se burlaron de la niña.
Debido a que la vida de su hija estaba en riesgo por el embarazo, la mujer retomó la demanda recién este año cuando denunció el caso ante el comisario Carlos Jiménez en La Invernada. Según la mujer, el oficial fue quien agilizó la investigación.
Los acusados son G. D. M., de 22 años, y J. C. P., de 24. Ambos fueron detenidos la semana pasada por la Policía luego de que el fiscal de Instrucción de la III° Nominación del Centro Judicial Concepción, Jorge Echayde, analizara el relato de la víctima y considerara que había argumentos suficientes para requerir su detención.
La investigación de los delitos sexuales requiere un trabajo interdisciplinario en el que también intervienen psicólogos para asistir a la víctima. Por esto, según explicó Echayde, la declaración de E. se realizó en Cámara Gesell. “Cuando este caso llegó a la fiscalía no pudimos tomarle declaración a la menor porque estaba internada debido al embarazo de alto riesgo que tenía. Tuvimos que esperar a que diera a luz para poder indagarla. En la declaración en Cámara Gesell surgieron los nombres de los imputados”, detalló el fiscal.
Aún no declararon
A pesar de que G.D.M y J.C.P. fueron detenidos la semana pasada, todavía se aguarda que presten declaración ante el fiscal. Esa medida procesal se llevaría a cabo esta semana junto con las pruebas genéticas solicitadas por el instructor.
Por otra parte, fuentes tribunalicias señalaron que no hay estadísticas acerca de los casos de abusos sexuales que se registran en el Centro Judicial Concepción aunque señalaron que esas cifras se habrían incrementado en los últimos cuatro años. “Desde 2011 a 2013 hubo un incremento anual de un 20% en las denuncias por delitos en general que son recibidas por las fiscalías. Los violaciones y los abusos sexuales están incluidos dentro de ese incremento. El año pasado, hubo un aumento en las denuncias que llegó al 50% con respecto a 2013. Por esto, consideramos que los casos de delitos sexuales tuvieron un aumento similar a estos porcentajes”, analizaron.
En este sentido, las fuentes también explicaron que es complejo determinar la cantidad real de los delitos sexuales que ocurren. “Los abusos sexuales son delitos que, por sus características, muchas veces ni siquiera son denunciados. Por eso las cifras podrían ser aún mayores”, concluyeron.
Luego de haber declarado, la víctima será asistida por medio de un tratamiento sicológico.
Burlas en el aula
E. vive junto con su madre y su abuela en una precaria propiedad ubicada en La Invernada, en La Cocha. El viernes, al ser entrevistadas por este diario, explicaron que los imputados hablaban en el pueblo acerca de lo que le habían hecho y que se burlaban de la menor. La víctima -que todavía cursa la primaria- le contó a su familia que incluso sus compañeras de grado se reían de lo que le había pasado. “Ellas no sabían que la habían violado porque estos hombres decían que ella estaba saliendo con ellos”, remarcó la mamá de E.
El año pasado fue la primera vez que la madre de la víctima quiso demandar ante las autoridades lo que le había pasado a su hija. Pero en la comisaría de Alberdi no quisieron tomarle la denuncia e incluso, según la mujer, se burlaron de la niña.
Debido a que la vida de su hija estaba en riesgo por el embarazo, la mujer retomó la demanda recién este año cuando denunció el caso ante el comisario Carlos Jiménez en La Invernada. Según la mujer, el oficial fue quien agilizó la investigación.
"Mujeres en
lucha" debatieron en Tucumán
Nacional
La jujeña
Milagro Sala, Hebe de Bonafini, Máxima Apaza y Marta Dillon expusieron
cuestiones de género en el cierre del primer día del foro "Mujeres en
lucha", otro de los temas debatidos en Tucumán. Las cuatro mujeres
líderes, referentes sociales y militantes de la equidad de género, la justicia
y la solidaridad disertaron el 6 de julio.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario