En N.Y., Soros le habría
propuesto a CFK comprarle el juicio a Singer a cambio de la despenalización de
las drogas
octubre
15, 2014
El
delicado equilibrio que rige las relaciones entre el Vaticano y la Casa Rosada
tendría un nuevo factor de riesgo que está generando un estricto seguimiento,
por parte de la Iglesia, de ciertos movimientos reservados de la presidente.
Pocos días antes de que ésta viajara a Nueva York el mes pasado para participar
en la Asamblea General de la ONU, el titular de la SEDRONAR, el cura Juan
Carlos Molina, anticipó el envío al Congreso de tres proyectos de ley que
apuntan a definir un marco regulatorio de las publicidades de alcohol y
medicamentos y que buscan terminar con la criminalización del consumo de
drogas. El Jefe de Gabinete Jorge Capitanich apoyó la iniciativa aclarando que
“la perspectiva de no criminalización tiene que ver con el análisis de dos iniciativas
de modificación de los artículos 5 y 12 de la ley 23.737”. Coincidentemente, es
la misma línea de lo que presentó la Sedronar en la V Conferencia
Latinoamericana sobre Políticas de Drogas, que se realizó en Costa Rica hace
unas semanas. Allí, la subsecretaria de Abordaje Territorial del organismo,
Sonia Aiscar, dijo: “Es posible que se llegue a una despenalización de la
marihuana en la Argentina”. Para mayor claridad, Molina puntualizó que: “Yo
habilitaría el consumo de todo y abriría centros (de contención y asistencia
para adictos) pero estamos hablando de la no criminalización. Hay que legalizar
lo que hoy es ley, una ley de hecho”, apuntó el titular de la Sedronar.
Por su
parte, el ahora interlocutor número uno de CFK en el mundo de las finanzas,
George Soros, es uno de los principales impulsores en el mundo de la
despenalización del consumo de drogas. En nuestro país, los delegados de Soros
combinarían acciones en este sentido -a través de entidades como Open Society
Institute- con Horacio Verbitsky, Eugenio Zaffaroni y Aníbal Fernández, tres de
los principales operadores de la despenalización en el kirchnerismo. La otra
voz de este coro es la diputada Diana Conti, que sostuvo el mes pasado: “Se
está pensando en dar el gran salto de dejar de criminalizar a las personas que
consumen drogas”, y agregó que la política prohibicionista absoluta “fracasó” y
que se están pensando alternativas. En realidad, el consumo de drogas está
despenalizado hace veinte años, lo que quiere liberarse es la “tenencia”, esto
es, la posibilidad de cargar encima con pequeñas dosis de narcóticos.
El caso
es que las influencias de Soros habrían sido importantes para la reciente
despenalización de la marihuana en Uruguay a través de su organización
Regulación Responsable y que el choque de este lobby con la postura de la
Iglesia es más que obvio. Los sacerdotes de la Vicaría de Villas creada por
Jorge Bergoglio, en sus tiempos de Arzobispo porteño, se pronuncian claramente
contra la despenalización. “Los funcionarios tendrían que explicarnos por qué
hay tanto narcotráfico en la Argentina”, decía, por ejemplo, en agosto pasado
el padre José María Di Paola, al manifestar su oposición a la despenalización.
De larga
experiencia en la prevención de adicciones y en la rehabilitación en las
villas, donde trabaja desde hace una década y media, Di Paola sostuvo que la
sociedad no está “suficientemente madura” para la despenalización del consumo
de drogas. “Los políticos piensan en los jóvenes de clase media y alta que
quizás se fuman un porro, pero nuestros chicos pasan rápido de la marihuana a
drogas más fuertes”, explicó.
“No es
viable (la despenalización) porque no hubo ningún proceso de inclusión serio
con respecto a los usuarios de la droga”, insistió.
Di Paola
coordina actualmente un organismo verdaderamente comprometido en la lucha
contra la droga, la Comisión Nacional de Drogadependencia del Episcopado. “En
el Conurbano hay 200 mil chicos que no estudian ni trabajan, ¿qué impacto puede
tener una medida de este tipo?”, se preguntó.
Una charla crucial
El caso
es que la larga conversación que CFK y Soros mantuvieron en Nueva York, en
momentos críticos y cuando ella estaba a punto de denunciar al gobierno de los
EEUU de participar de una conspiración contra su gobierno dirigida por los fondos
buitre, tuvo un temario significativo. En palabras de Michael Vachon, vocero
del financista, “la presidenta Kirchner y el Sr. Soros discutieron una serie de
temas, incluyendo las perspectivas de la economía de Argentina, recientes
acontecimientos positivos en la energía y el sector de los hidrocarburos, y la
reforma política de drogas de Argentina en América Latina”. Horas después, en
una conferencia de prensa, Cristina se manifestó sorprendida: “Lo que más me
llamó la atención fue que Soros me felicitó por la designación del padre Juan
Carlos Molina al frente de la Sedronar. Ahí casi me caigo de la silla: ¿pero
cómo este hombre sabe que yo designé a Molina?”.Enseguida agregó que el
canciller Héctor Timerman disipó sus dudas al comentarle que Soros “es un
hombre comprometido a través de su fundación con la prevención y la lucha
contra la drogadicción”. Y agregó otro dato significativo y no conocido hasta
ahora: “(Soros) estuvo con el padre Molina, que le comentó sus planes y estaba
impresionado”.
El interés
de este hombre que detenta una fortuna de US$ 20.000 millones por estos temas
rioplatenses llama realmente la atención. Por ejemplo, afirmó que “Uruguay es
un modelo y servirá como laboratorio para todo el mundo”.
Lo que
preocuparía ahora -y mucho- al Vaticano sería la versión de que Soros le habría
hecho una propuesta concreta a la presidente en la reunión de Nueva York. Esto
es, el magnate húngaro se comprometería a comprar el juicio que los holdouts
NML y Aurelius le ganaron al Estado argentino y cuya sentencia, el pago de US$
1600 millones, precipitó primero el default y luego el desacato dictados por el
Juez Thomas Griesa.
Esta
operación le permitiría a la Casa Rosada salir del default y sentarse a
negociar con los demás bonistas acreedores desde una posición de fuerza. Al
mismo tiempo, se frenarían las sanciones económicas y políticas que están en
marcha para sancionar el desacato argentino a la justicia de Nueva York.
Semejante alivio le permitiría, a su vez, a Axel Kicillof encarar el primer trimestre
del 2015 con un frente externo aliviado, lo que descomprimiría la trepada del
dólar y mejoraría las chances electorales del gobierno.
La
contraprestación que reclamaría Soros sería simple: que antes de fin del año
legislativo, el Congreso Nacional sancione un proyecto de despenalización
moderada de la tenencia de drogas para uso personal, tal como vienen impulsando
Molina, Conti, Zaffaroni y Aníbal Fernández. Obviamente, detrás de este cambio
legal se montaría un enorme negocio al cual no seria ajeno el multimillonario y
cuyas proyecciones sobre la distribución del poder en la Argentina serían
impredecibles. Claro está, como una valla contra esta propuesta se levantaría
no sólo la posición del Vaticano sino la de los sectores más conservadores de
la Administración Obama, donde también existe una polémica en torno al tema.
Jugador de apuestas mayores, Soros parece haber arrojado sus cartas en Nueva
York. La presidente, que está atravesando por una verdadera pesadilla económica
que jamás imaginó, podría verse también tentada a jugar fuerte.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario