Por Javier
Cornejo
Artículo publicado en el diario El Tribuno el 07-11-14
Artículo publicado en el diario El Tribuno el 07-11-14
El
intento de imposición de Marina Silva a la presidencia del Brasil no fue casual
en la estrategia de volcar las intenciones del electorado brasileño. Fue el
intento fallido de actos programados que, a partir del extraño accidente aéreo,
cargado de sospechas, donde perdieron la vida Eduardo Campos y los principales
colaboradores del Partido Socialista, fueron dejando expedito el camino a
Marina, hasta llegar a la opción de respaldar al social demócrata Aecio Neves.
Daban por seguro un triunfo sobre Dilma Rousseff.
Las
finanzas se encolumnaron y los magnates se disciplinaron en función del
conductor de manipuladores: George Soros. El "buitre bueno" que hace
un mes se reunió con Cristina de Kirchner y la persuadió de las cualidades del
"girasol confitado".
El 13 de
agosto, la campaña electoral de Campos se abortó por una tragedia aérea. Marina
Silva fue señalada por muchos medios no oficialistas de Brasil como
"exmusa de ecologistas y ahora aliada de los agronegocios". Soros fue
uno de los principales financistas de Marina. Se trata de un filántropo de
meteórica carrera como especulador financiero internacional con el apoyo de la
CIA. Su estilo: espionaje y traición, corrupción y chantaje, fraude financiero
y quiebra fraudulenta, invasiones de países, secuestros, torturas y asesinatos
políticos.
El botín:
el control sobre las reservas de petróleo, el Banco Central y otros enclaves de
la independencia económica y financiera de las industrias de Brasil.
Los saludos entusiastas luego del balotaje de Cristina a Dilma son contradictorios con la buena sintonía de las últimas semanas entre la presidenta argentina y el financista de Aecio.
El asesor económico de Aecio Neves es Arminio Fraga Neto, asociado a Soros en el fondo de cobertura "Grupo Quantum", ex - gerente de Salomon Brothers y firme asistente al Foro Económico de Davos. Proyectaba que el triunfo de Neves abriera el país a las "fuerzas del mercado", teniendo como eje de su proyecto económico privatizar la petrolera Petrobras (las acciones que acaricia Soros). Se oponía férreamente a los planes de Dilma de crear un Banco alternativo de Desarrollo entre Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (BRICS), para competir con el Banco Mundial.
No
pasaron cinco días de las elecciones brasileras para que nuestro "buitre
amigo" instara a "Europa a la guerra contra Rusia"; a
"despertar, ya que está en riesgo el futuro de la OTAN y de la propia
Unión Europea". Sin claroscuros, sostuvo que la Unión Europea ha perdido
el rumbo desde la crisis financiera de 2008 y que en lugar de fomentar la
autoridad fiscal debería "invertir en esfuerzos bélicos" aunque esto
implique acumular presupuestos deficitarios.
El
"buitre bueno" le mostró los dientes a Rusia casi en simultáneo con
la conferencia de Cristina y Vladimir Putin, presentada como alianza
estratégica. El traspié electoral de Soros en Brasil tendrá inmediato efecto en
nosotros. El "buitre aliado", nuestro buitre socio en YPF,
rápidamente inició otra movida. Instó agilizar el tratamiento de la ley de
legalización abortiva uniendo a Macri con Cristina, a Bullrich con Conti.
Además, a través de su Fondo de Inversión Grupo Quantum, pidió a la Justicia
británica que se le permita el cobro de US$ 1.600 millones de deuda argentina
que están bajo la ley europea.
Para la
ruta del dinero y sus seguidores, los países no tienen fronteras.
Para
Cristina, las relaciones no dependen de la ideología ni de la ética.
Habrá que
prestar atención a los próximos pasos a la luz de la reunión de George con
Cristina en el hotel Mandarín Oriental de Nueva York.
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