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lunes, 24 de noviembre de 2014

La siniestra alianza Montoneros-Massera



domingo, 9 de mayo de 2010


Jorge Fernández Zicavo

(Post actualizado 05.05.2014)

Las circunstancias que rodearon a las dos Contraofensivas lanzadas por la Conducción Nacional de MONTONEROS en manos de la "troika" Firmenich, Vaca Narvaja y Perdía en 1979 y 1980, son bien conocidas; tuvieron amplia repercusión judicial y mediática con la Causa instruida por el juez Claudio Bonadio, e incluso una serie televisiva se ocupó de ella en 2007.

Básicamente, se trató de una operación diseñada para librarse de sus opositores y quedarse con los cincuenta millones de dólares depositados en Cuba; sobrantes de los ochenta que se llevaron del país en su bochornosa huida de 1976. Ante la evidencia de que la Guerra Popular estaba definitivamente perdida, los comandantes comenzaron a planificar su futuro. Al menos, uno a corto plazo en el que apostaban por una superación "nacional-popular" de El Proceso neoliberal-videlista liderada por un Massera que les ofrecía cuotas de poder en su proyectado Partido para la Democracia Social y en su diario Convicción que se fundaría en agosto de 1978. A cambio, Massera pedía que le organizaran el PDS y no operaran durante el Mundial de Fútbol de 1978 cuya organización había sido encomendada a la Armada.
De ese proyectado pacto político que Massera ofreció a Firmenich en un encuentro celebrado en París, sabemos que los montoneros operaron en el Mundial, incluso, atacando con lanzagranadas el edificio de la ESMA; pero durante la contraofensiva de 1979 sus combatientes entraron en Argentina con falsos pasaportes facilitados por la Inteligencia naval, y operaron contra objetivos funcionales a los planes políticos de Massera.

Los contactos entre Massera y MONTONEROS venían de lejos; "desde los últimos meses del gobierno de Isabel Perón", precisó el montonero Jorge Falcone en su artículo "Montoneros, hijos del 55".

Además, Falcone recordó que esas relaciones fueron reconocidas por el jefe de la Inteligencia montonera Rodolfo Walsh en su famoso documento dirigido a la Conducción Nacional el 2 de enero de 1977: "Aporte a una hipótesis de Resistencia".
En un apartado dedicado a proponer que MONTONEROS ofreciera públicamente al gobierno de las FFAA una paz negociada, Walsh sugería algunos argumentos que podrían citarse como ejemplos de la sincera vocación de paz mantenida siempre por la organización, si "el enemigo ignoraba o rechazaba el ofrecimiento de paz". El punto que nos interesa dice textualmente:

"Reiteradamente Montoneros ha ofrecido la paz a las FFAA como lo demuestran el Operativo Dorrego, las relaciones sostenidas con los generales Carcagno, Anaya y Dalla Tea, las conversaciones con el almirante Massera, y las negociaciones con el general Harguindeguy tras la detención de Roberto Quieto" (números dos de la Conducción Nacional)

En resumidas cuentas: Mario Eduardo Firmenich, Fernando Vaca Narvaja y Roberto Cirilo Perdía contemplaron la posibilidad de una alianza política con el almirante Emilio Eduardo Massera, que para entonces ya había ejecutado a 4.000 montoneros. Simples soldados o "perejiles" que ignoraban la estructura profunda de su organización; porque los y las "oficiales", en cuanto llegaban a la ESMA se convertían en prolíficos delatores, interrogaban a los prisioneros junto con los marinos y confeccionaban diariamente "resúmenes políticos" de la prensa para Massera. Algunos incluso, terminaron ingresando en la Armada y en la SIDE, y algunas se convirtieron en amantes de sus captores; y hasta en sus esposas.



Reunión de la Conducción Nacional de Montoneros en La Habana. Fueron allí para participar en Festival Mundial de la Juventud inaugurado el 10 de agosto de 1978. En esta reunión se concedieron condecoraciones a oficiales que participaron en atentados durante el Mundial de Fútbol en Buenos Aires, y se acordó iniciar la Primera Contraofensiva. Horacio Mendizabal fue capturado y ejecutado en 1979. Raúl Clemente Yaguer murió en Córdoba en 1983 resistiendo captura. Horacio Campiglia fue capturado y ejecutado en 1980.
Firmenich, Perdía y Vaca Narvaja les desearon mucha suerte y regresaron a su dorado exilio itinerante entre Roma y Madrid. Actualmente Firmenich reside en Barcelona como un respetable profesor universitario; Perdía en Buenos Aires dedicado a la abogacía y a la política; Vaca Narvaja en Bariloche como Ministro de Obras Públicas de la Provincia de Río Negro.
La Segunda Contraofensiva (1980) sería desarticulada gracias a que un miembro de la Conducción Nacional de Montoneros pasó información al Batallón de Inteligencia 601º del Ejército Argentino que hizo posible la captura de los combatientes a los pocos días de entrar en el país. El informe elaborado por el 601º sobre su profundo conocimiento de la Conducción Nacional (seguridad, comunicaciones, archivos, etc), fue considerado auténtico y divulgado, por el importante cuadro montonero Miguel Bonasso en su diario Página/12
Para más fotografías de esta reunión y declaración de la Primera Contraofensiva: "Evita Montonera", Nº 23, Enero 1979, páginas 13 a 18.


Con la Primera Contraofensiva, 1979 sería el último año en que los restos del Ejército Montonero operaría en Argentina tras ser arrasado en el país por la Inteligencia militar, y en el exterior por una feroz lucha entre facciones que culminó con la petición de un Juicio Revolucionario a Juan Gelman, Rodolfo Galimberti y otros por oponerse a la Contraofensiva y hacer pública la reunión de Firmenich con Massera. También, por el eficaz trabajo desestabilizador llevado a cabo por los prisioneros montoneros "doblados" en la ESMA que la Armada envió a Madrid, París y México para infiltrarse entre los exiliados: Pilar Calveiro, Graciela Daleo, Sara Solars de Osatinsky, Martín Grass o Juan Alberto Gasparini, entre otros muchos, que hoy son bien pagados activistas por los Derechos Humanos y miembros o satélites del gobierno Kirchner.

A mediados de 1979, terroristas de la Columna 34º de las TEI (Tropas Especiales de Infantería), entraron al país con los mencionados falsos pasaportes proporcionados por la Armada. Estos oficiales, junto con montoneros "doblados" o "recuperados" en la ESMA, operaban en el "Centro Piloto" de París: una oficina de Prensa y Relaciones Públicas dedicada a promocionar en Europa al almirante "socialdemócrata" que proponía convocar elecciones y criticaba las "desapariciones" de las que hacía únicos responsables al Ejército y a la Fuerza Aérea.

A continuación relatamos someramente los tres atentados llevados a cabo por las TEI de esta Primera Contraofensiva entre septiembre y noviembre de 1979. Todos sus miembros eran combatientes experimentados que habían operado en Argentina entre 1970 y 1976; en la guerra del Líbano gracias a un acuerdo con la OLP de Yassir Arafat; y en Nicaragua junto a los sandinistas con la Brigada "Gral. San Martín" al mando de Firmenich y Vaca Narvaja.


"Evita Montonera" Nº 25.
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27 de septiembre de 1979
Olivos, Provincia de Buenos Aires.
La familia integrada por
Guillermo Walter Klein, su esposa, y cuatro hijos con edades comprendidas entre 6 y 13 años, estaba desayunando en su chalet de la calle Catamarca 2740 del residencial barrio de Olivos. En el exterior, dos efectivos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires custodiaban la vivienda, pues el abogado Klein era Secretario de Programación del Ministerio de Economía. Un cargo técnico, no político, pero el objetivo de la Conducción Nacional montonera, y de Massera, era el equipo económico "videlista" dirigido por el ministro Martínez de Hoz.

Fue entonces cuando irrumpió en la casa un comando de las TEI vestidos con falsos uniformes policiales de fajina, que entabló un intenso tiroteo con los policías, cabo
Hugo José Cardacci y agente Julio César Moreno, quienes se refugiaron en el garaje de la casa. Estaba previsto que la operación contra el Sr. Klein fuera simultánea a otra contra el Secretario de Estado de Hacienda, Juan Alemann, que no pudieron efectuar ese día. El Sr. Alemann desempeñaba funciones técnicas, como Klein, pero ambos fueron elegidos porque al ser cargos oficiales de segundo nivel tenían una ínfima custodia policial. La de Alemann se limitaba a un agente.

Una vez en el interior, el comando dirigido sobre el terreno por el oficial superior
Raúl Clemente Yaguer, colocó 15 kilos de explosivo plástico C.2 y huyó tras dejar en libertad al personal doméstico.
Unos segundos después se produjo la explosión, que ocasionó el derrumbe total de las dos plantas. La madre y tres de los hijos se salvaron milagrosamente debido a que unas vigas crearon una especie de cubículo sobre ellas. El Sr. Klein y su hija Marina, de 13 años, corrieron peor suerte pues fueron sepultados por la bóveda del techo, a pesar de lo cual, después de ocho horas, los bomberos (en una tarea televisada seguida por un país estupefacto ante semejante horror) pudieron rescatarlos sin heridas de especial gravedad. Los dos policías, también sepultados, murieron por asfixia.



Un año antes, MONTONEROS había volado la casa del almirante Lambruschini matando a su hija
Paula de 15 años. Y tal vez ya nadie recordara mientras veía esas imágenes, que en 1960 otros terroristas peronistas, los Uturuncos, volaron otra casa, también con un matrimonio y sus cuatro hijos dentro, matando a Guillermina Cabrera de 3 años. Notable pasión exterminadora de niños, esta de los valientes jóvenes idealistas. Tampoco dudó el ERP en volarles la cabeza con un escopetazo a quemarropa a las hermanitas Viola de 3 y 5 años en 1974; ni la montonera Estela Inés Oesterheld en descargar su "metra" en 1977 sobre Juancito Barrios; también con esa fatídica edad de 3 años que el azar se empecinaba en repetir.

Afortunadamente, muy pocos días después el pueblo argentino pudo librarse de aquellas bestias asesinas que no dudaron en enterrar vivos a seis inocentes tras atarles prolijamente manos y pies, cuando cayeron bajo las balas policiales al resistir la captura. El sanguinario Yaguer, responsable de decenas de asesinatos, incluida la carnicería de once militares desarmados, entre ellos nueve soldados conscriptos, en el ataque diseñado por él y Walsh al Regimiento de Infantería 29º de Formosa el 5 de octubre de 1975, correría igual suerte en 1983 al intentar eludir a balazos un control policial en Córdoba. Conviene recordar que a cinco de los soldados, los "heroicos combatientes populares" los ametrallaron mientras dormían, y a los cuatro restantes los despedazaron con granadas cuando se duchaban.
Ver:
http://termidorianos.blogspot.com/2009/11/memoria-historica-montoneros-en-formosa.html

María Klein, 12 años, niña argentina sin derechos humanos

Aunque el cadáver de Yaguer fue entregado a su familia y no figura en el listado de la Conadep, es honrado en el Parque de la Memoria dedicado a... "detenidos-desaparecidos", inaugurado en 2007 por Nestor Kirchner. Su familia fue indemnizada con 224.000 Dólares
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También tenían previsto asesinar al Sr. Juan Alemann ese mismo día, pero éste, al enterarse por la radio del atentado contra la familia Klein, cambió la ruta que seguía habitualmente y se dirigió al domicilio de su colega.

Sin embargo, los montoneros siguieron controlándole, y el 7 de noviembre un pelotón de las TEI acorraló su automóvil blindado en la esquina de las calles Zabala y Obligado (barrio de Belgrano), y descargó una enorme potencia de fuego mediante unos cien disparos de FAL y una granada Energa que sólo destruyó el radiador del auto. El Sr. Alemann tuvo tiempo de arrojarse al suelo y resultó ileso. El policía de custodia, de apellido
Miño, recibió dos balazos (en la cara y en el hombro), y su chofer (Candellini) sufrió algunos cortes por los cristales rotos.


El tercer y último atentado de la Contraofensiva se produjo seis días después, el 13.11.1979, en la avenida Cerrito, entre Santa Fe y Arenales, cuando un comando de las TEI ametralló el automóvil del empresario Francisco Soldati y a continuación arrojo dentro una granada de fósforo causándole la muerte en el acto. También murió su custodio Ricardo Durán, cabo 1º de la Policía Federal.

Pero segundos después, se produjo un tiroteo con un patrullero de la Policía Federal y la explosión de una poderosa bomba que los terroristas transportaban en una camioneta, a consecuencia de lo cual tres montoneros murieron y dos resultaron heridos. La posterior investigación determinó la identidad de los terroristas muertos:
Enrique Horacio Firelli, a quien su padre había denunciado como "desaparecido" en 1976; Remigio Elpidio González, que tras ser "doblado" en la ESMA, en 1978 había sido liberado y autorizado a salir del país; y María Selmira Videla, que había sido detenida y condenada por la Cámara Federal en 1972, pero seguía asesinando gracias a la Amnistía firmada por Cámpora y Righi en 1973.
El mencionado Remigio Elpidio González, es honrado en el Muro del Parque de la Memoria inaugurado en 2007 por el presidente Néstor Kirchner. A pesar de haber muerto por la explosión, la Web del Parque le incluye entre los "desaparecidos o asesinados por el terrorismo de Estado". Su familia fue indemnizada por el gobierno Kirchner con 224.000 Dólares.

¿Beirut, Madrid, Bagdad? Buenos Aires, Avda. 9 de julio y Santa Fe. Ametralladoras, explosivos, granadas antitanque, muertos, heridos, decenas de peatones cuerpo a tierra... la Argentina de los setenta


En febrero de 1980 la troika montonera envió a Argentina trece combatientes para la Segunda Contraofensiva; todos ellos disidentes con la Conducción Nacional y críticos con los resultados de la Primera. Como ya mencionamos, fueron delatados al Ejército Argentino que los capturó y ejecutó entre marzo y agosto de ese año.
Esos 13 combatientes, y siete colaboradores, fueron:

Ángel Carvajal
Julio César Genoud
Lía Mariana Guangiroli de Genoud
Eduardo Escabosa
Verónica Cabilla
Mónica Susana Pinus de Binstock
Liliana Goldenberg
Lorenzo Viñas
Jorge Adur, capellán del Ejército Montonero
Ernesto Emilio Manuel Ferré Cardoso
Jorge Gullo
Julio Suárez, ex Ministro de Gobierno de San Luis
José Dalmaso López
Ángel Horacio García Pérez
Ricardo Marcos Zucker
Elina Libenson
Míriam Frerchis
Raúl Milberg
Jorge Benítez Rey
Ángel Servando Benítez

Para una investigación exhaustiva sobre la relación Montoneros-Massera recomendamos Montoneros.Soldados de Massera de Carlos A. Manfroni. Editorial Sudamericana.

Para una investigación de Termidorianos sobre los montoneros prisioneros en la ESMA que se convirtieron en una "fuerza propia" de Massera a cambio de sus vidas, sugerimos la lectura de este Post.

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