Resulta interesante conocer que uno de los libros más
completos que se publicaron sobre la República Argentina a comienzos del siglo
XIX fuera escrito por un inglés que ni siquiera conocía ni conoció nunca el
país. El autor de libro tan singular fue Samuel Hull Wilcocke (1766-1833),
quien publicó en 1807 su obra titulada: "History and Description of the
Viceroyalty of Buenos Ayres Containing the Most Accurate Details Relative to the
Topography, History, Commerce, Population, Government, &c. of that Valuable
Colony". Esto es la descripción del virreinato de Buenos Aires con
detalles precisos sobre la topografía, comercio, población, gobierno y otros
temas de interés de esta valiosa colonia. Se trata de un texto de 576 páginas
publicado en Londres por H. D. Symonds. La obra es singular en muchos aspectos.
En primer lugar su título, ya que llama virreinato de Buenos Aires a los viejos
estados del Plata y especialmente a lo que hoy abarca la República Argentina.
Pero más interesante y anecdótico es que este libro se escribió en la seguridad
de que Inglaterra era la nueva dueña de las viejas colonias españolas del Río
de la Plata, dando por hecho el éxito de las invasiones en curso. Por ello en
el propio título del libro habla de valiosa colonia para el imperio británico.
Como sabemos, las invasiones inglesas fracasaron por la tenaz resistencia
opuesta por los vecinos de Buenos Aires sin distinción de color o jerarquías.
Nuestro héroe gaucho, el propio Gemes,
anduvo entreverado en combate y se cuenta que habría
abordado a caballo uno de los navíos ingleses encallados en las costas del
Plata. Una información precisa sobre aquellos hechos forma parte del nuevo e
interesante libro "La mirada de Gemes",
del Dr. Abel Cornejo.
Lo cierto es que el tal Wilcocke quiso prestar un
servicio mayor a la corona británica reuniendo toda la información de la cual
se disponía entonces y que en su mayor parte era producto del espionaje
realizado a los españoles. El libro trata en general de la República Argentina
y regiones vecinas de Uruguay, Paraguay y Bolivia. Describe el territorio,
riquezas naturales, clima, ciudades, accidentes geográficos, sistema vial de
huellas y caminos, postas, poblados, fauna, flora, minas y minerales,
cuestiones políticas, costumbres de los habitantes, especialmente los indígenas
y sus cosmogonías, el Chaco, la coca, los jesuitas, la yerba mate, entre muchos
otros aspectos. Visto con nuestros ojos, puede clasificarse como un compendio o
tratado de geografía física, económica y política. ¿Quién era este personaje
que escribió una magnífica obra sobre los estados del Plata sin haber estado
nunca en América del Sur? Se sabe que era hijo de un clérigo inglés y que vivió
y estudió en Holanda. Nació en Reigate (Inglaterra) en 1766 y falleció en
Quebec (Canadá) el 3 de julio de 1833, a los 67 años. Era un políglota y
traductor del holandés, francés, alemán y probablemente español. Se desempeñó
como periodista en numerosos medios ingleses hasta que descubrió una veta
comercial a sus escritos. Para ello se valió de sus dotes de traductor que le
permitió compilar grandes volúmenes de información dispersa.
Se queja del celo
de los españoles con toda la documentación de Indias atesorada en Simancas y
que era imposible de consultar, aún pidiendo el permiso real. La lectura de la
obra permite discernir un lenguaje culto y refinado producto de una mente
educada con dominio de las fuentes, de los clásicos y de la literatura. Era un
polemista ácido y por alguna razón tuvo que dejar Inglaterra y se fue a Canadá.
Allí entró en contacto con una compañía para servir como publicista en un
conflicto que esta tenía acerca de territorios. Finalmente fue acusado por sus
propios contratantes de haberse quedado con una importante suma de dinero y se
lo mandó apresar pero ya había escapado a Estados Unidos. Fue deportado y
encerrado en prisión un año. Durante ese tiempo, junto a su fiel mujer que lo
visitaba todos los días en la cárcel, fundó un periódico, el Scribbler, cuyo
objetivo era atacar furiosamente a sus antiguos patrones y lavar su imagen de
hombre honesto. Docenas de artículos, con seudónimos, de él y de su mujer,
llenaban las páginas del Scribbler, cuyo amarillismo saltaba a borbotones con
apodos, sarcasmos, poemas mal intencionados y hasta crudas obscenidades.
Finalmente recuperó la libertad y siguió ejerciendo el periodismo, pero los
problemas de salud lo llevaron a la tumba en medio de una dolorosa enfermedad y
sumido en la pobreza. El libro que nos ocupa, tuvo una segunda edición en 1820,
pero con el título ligeramente cambiado ya que se refiere a la "República
de Buenos Aires" y ya no habla de la "valiosa colonia", sino de
un estado importante. Tanto esta edición como la de 1807, son piezas muy raras,
y de interés para bibliófilos. Con respecto a Salta y el norte argentino habla
de la ciudad, de los caminos de postas y distancias entre ellas, de los grandes
ríos (Pilcomayo, Bermejo y Pasaje), del comercio de mulas, de los pueblos del
gran Chaco, entre otros temas. Menciona especialmente al coronel Fernández
Cornejo y su navegación de 44 días por el Bermejo hasta su desembocadura.
Una
curiosidad del libro son las ilustraciones. Entre ellas una litografía a color
del dibujo de una llama en el marco del paisaje cordillerano.
Se trata de una
hermosa obra de arte y una de las mejores y más antiguas representaciones
iconográficas del camélido andino. Lo curioso es que fue dibujada en base a un
ejemplar vivo que se encontraba en la casa de animales salvajes Mr. Brookes, en
Picadilly, Londres. En mi caso la usé como referencia en la contratapa de mi
reciente libro: "Los Andes del norte argentino (Ed. Mundo Gráfico). Otra
imagen a color representa a una pareja: el cacique Cangapol y su esposa.
También contiene otras ilustraciones en blanco y negro de la vida campera en
las pampas argentinas. La lectura del libro es muy enriquecedora para cualquier
persona interesada en la historia de nuestro país. Si bien cuenta con un buen
índice de términos toponímicos, onomásticos y generales, carece de fuentes
bibliográficas. Entre los escasos autores citados se encuentran el padre José
de Acosta y Anton Z. Helms, un alemán que publicó su diario de viajes en Dresde
en 1798 y de quién tomó los principales datos sobre la riqueza minera.
En definitiva, el libro de Wilcocke, una obra rara y casi desconocida,
representa una extraordinaria y valiosa cantera de información sobre nuestra
región a comienzos del siglo XIX.
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