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jueves, 6 de marzo de 2014

A confesión de parte relevo de prueba...


En 2004, el presidente chino, Hu Jintao, y su homólogo argentino, Néstor Carlos Kirchner, establecieron relaciones de socios estratégicos entre ambas naciones en sus respectivas visitas, por lo que la relación entró en una nueva etapa de desarrollo integral.
En julio de 2010, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner realizó una visita de Estado a Beijing.
DESDE ENTONCES HASTA AHORA ESTA RELACIÓN SE ASEMEJA CADA VEZ MÁS A LA VIEJA RELACIÓN, EN CONDICIONES DE DEPENENCIA DE ARGENTINA CON EL IMPERIO BRITÁNICO.
 LAM INVERSIÓN CHINA EN ARGENTINA, SI DESEMBARCA EN LAS REPRESAS DE SANTA CRUZ, SE UBICARÍA EN LOS PRIMEROS LUGARES.
EL SIGUIENTE ARTÍCULO DE UN PERIODISTA DEL OFIALISTA PÁGINA 12 DETALLA ESA INVERSIÓN.

La expansión de la inversión china
Las firmas del gigante asiático presentan condiciones financieras imbatibles en un mundo que tiene en crisis a los países desarrollados. Su inversión en el exterior es un fenómeno reciente, pero en franco ascenso.
Por Javier Lewkowicz
La posible inversión de unos 5 mil millones de dólares de la empresa china Gezhouba para la construcción de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic sería el principal desembarco del país asiático en la Argentina y lo llevaría a los primeros puestos como inversor, junto a otros fuertes desembolsos que realizó recientemente. El avance forma parte de una tendencia de aumento de la presencia de las empresas chinas en el escenario internacional. Esas firmas presentan condiciones financieras imbatibles en un mundo que tiene en crisis a los países desarrollados. China está sedienta de recursos naturales, tecnología y mercados donde colocar su producción, para consolidarse como uno de los centros de hegemonía mundial. Su inversión en el exterior es un fenómeno reciente, pero en franco ascenso.
Días atrás el Ministerio de Planificación informó que la UTE conformada por Gezhouba Group, Electroingeniería e Hidrocuyo salió primera en el orden de prelación que estableció la comisión técnica evaluadora para la construcción de las represas en Santa Cruz. China no está entre los inversores más calificados en esa materia, pero las condiciones financieras que el Estado chino ofrece a través de su banco de desarrollo es inigualable para la competencia. Y Argentina no se trata de un caso aislado. En los últimos siete años la Inversión Extranjera Directa (IED) desde China hacia el exterior creció más de veinte veces, hasta un flujo superior a los 70 mil millones de dólares, aunque sobre una base muy reducida, dada por el aislamiento que caracterizó al país hasta hace poco.
La presión de las empresas chinas sobre economías pobres como Africa, de desarrollo medio de América latina y Asia e incluso en los países industrializados, en especial de Europa, crece vertiginosamente. Lo hace en el marco de la crisis internacional, con países sobreendeudados y necesitados de recursos frescos, que China tiene de sobra.
No es fácil seguir el rastro de las inversiones chinas. El 75 por ciento del stock de IED está en Hong Kong, Islas Vírgenes e Islas Caimán, paraísos fiscales desde donde se expanden a todo el mundo. A nivel sectorial, casi la mitad de las inversiones va a las finanzas, para fondear la compra de bienes fabricados en China. El 14 por ciento se destina al sector minero, para abastecer a su gigantesca industria, que consume más de la mitad del cemento en todo el mundo y alrededor del 40 por ciento del cobre, el hierro y el aluminio. En ese segmento se destacan inversiones para extraer hierro y carbón de Australia y cobre de Afganistán. En el stock de IED le sigue el comercio (13 por ciento), transporte (7) y manufacturas (6 por ciento).
El sector petrolero es una prioridad para China, dado que el país perdió el autoabastecimiento años atrás. Tiene intereses estratégicos en Rusia, Kazajistán, Turkmenistán, Irán, Irak, Sudán, Venezuela e Indonesia. En Argentina, el petrolero es el sector donde los chinos más presencia tienen. La Corporación Nacional de Petróleo Submarino (Cnooc) compró la mitad de Pan American Energy por mil millones de dólares y Sinopec Group, productor estatal, adquirió empresas por 2 mil millones de dólares.
En la actualidad 30 empresas chinas operan en el país. El país asiático ya es la tercera fuente de inversión, detrás de Estados Unidos y España, sin contar todavía las represas. Otro importante desembolso fue el del Banco Industrial y Comercial de China, también de propiedad estatal, que adquirió el 80 por ciento de las acciones del Standard Bank Argentina por 600 millones de dólares. China provee además el material rodante para la renovación del sistema ferroviario y del subterráneo de Buenos Aires.
China también incrementó en forma exponencial sus inversiones en Europa. Antes de 2004 no registraba operaciones, entre ese año y 2008 invirtió un promedio anual de 800 millones de dólares, en 2009/10 fueron 3 mil millones y en 2011 el valor trepó a 10 mil millones de dólares. El stock de IED no llega al 5 por ciento, muy lejos de la presencia que tienen en el Viejo Continente los países industrializados. Sin embargo, en 2010 los chinos protagonizaron el quinto mayor flujo inversor en la Unión Europea. Las mayores adquisiciones fueron en Francia, Reino Unido y Alemania, y se destaca la dinámica china en Hungría, Rumania y Grecia.
La inversión extranjera puede impulsar el desarrollo económico o en cambio cristalizar la dependencia, en función de dónde se aloje y bajo qué parámetros lo haga. La discusión en torno del control de la IED de China se está dando en la periferia europea, donde no se ignora que el rol del Estado en esa materia es crucial. La OCDE confecciona un índice de restricción formal a la IED: una economía cerrada es 1, y una completamente abierta, cero. China dio 0,4, el promedio de los países en desarrollo, 0,15, Brasil 0,10 y Estados Unidos, 0,10. La Argentina está entre los últimos lugares con un 0,05, fruto del lastre heredado del neoliberalismo



CHINOS APUNTAN AL PETRÓLEO ARGENTINO


Artículo publicado en el diario El Tribuno el 28 de febrero de 2011
Por Javier Cornejo

Bien puede sostenerse que Yacimientos Petrolíferos Fiscales fue una de las empresas del Estado, a través de la que llegó el progreso y la contención social hasta los más recónditos lugares del país. En un claro ejemplo de productividad y de lo que hoy descubrimos con el pomposo título de «responsabilidad social empresaria».
Por esa misma senda, también posibilitó y participó en la formación de técnicos e ingenieros argentinos con capacidades reconocidas mundialmente.
En pocos años, y gracias al proceso privatizador de los años noventa, la obra del General Enrique Mosconi y sus sucesores hoy es inexistente.
Allí donde YPF trazaba rumbos de progreso, ninguna otra actividad la ha reemplazado todavía. Nuestro norte provincial es una clara y elocuente demostración.
Los dueños
Evitando la referencia al aquelarre de fusiones y transformaciones societarias de los últimos años, es necesario precisar la actual composición de quienes detentan en forma real el efectivo control de nuestros recursos hidrocarburíferos.
Algunos podrán sostener que en virtud de la llamada «ley corta», por la que se transfiere el dominio de los yacimientos a las provincias, los «dueños» seríamos los ciudadanos de cada provincia rica en petróleo.
Tal afirmación resulta una falacia absoluta ante los hechos concretos que, día a día, se suceden. Los ejemplos son numerosos, baste la referencia a la acuciante falta y costo de la garrafa de gas que, en el invierno pasado, debieron pagar los «dueños» del recurso.
Por ello, es decisivo titularizar correctamente a quienes detentan el verdadero poder de control del mercado; esto es, a los titulares de las empresas involucradas.
Chinos
El presidente Hu Jintao, hace ya casi diez años, lanzó a sus empresas de capitales mixtos a la caza mundial de los recursos naturales y energéticos existente en cualquier lugar del planeta.
Las firmas chinas se encuentran participadas y subvencionadas por el Estado de ese país, por lo que su capacidad de compra no tiene límites. La necesidad de posicionamiento en el control de los recursos, necesarios para la subsistencia futura de su población, hace que la política comercial de succión de materias primas, con el mínimo o nulo valor agregado, sea una «Primera Razón de Estado».
En febrero de 2010, la empresa china Cnooc (National Offshore Oil Corp.) compra la firma Bridas, que a su vez compró el 60% del paquete accionario de Pan American Energy.
En noviembre de 2010, Cnooc compra el porcentaje que BP tenía en Pan American Energy de Argentina.
En diciembre de 2010, Sinopec (China Petrochemical Corp.) adquiere las operaciones comerciales de Oxy (Occidental Petroleum de Argentina). Sinopec también compra el 40% de Repsol Brasil.
La firma adquirida en Argentina cuenta con más de 393 millones de barriles como comprobables reservas, a las que se le deben sumar las gasíferas.
China actualmente es el segundo consumidor mundial de petróleo, luego de EEUU. Para el año 2035, prevén convertirse en los consumidores del 50% del total del consumo del planeta.
Un capítulo aparte merecerá la desinversión de Repsol, ya que YPF no existe y en cortísimo plazo ni tal nombre recordaremos.
¿Nos animamos a sostener que cada ciudadano argentino es dueño de las reservas ubicadas en las provincias en la que son nacidos?



ARGENTINA-CHINA (1)

Artículo publicado en el diario El Tribuno el, 07 de marzo de 2011
Por Javier Cornejo

Las relaciones de Argentina con China deben ser analizadas con especial atención, para lograr una cabal comprensión de lo que actualmente significan en el concierto mundial el control de los recursos naturales.
Cual tiempo empleado para la construcción de su Muralla, en silencio, sigilosamente, sin prisa pero sin pausa, a través de los años China fue tejiendo la letra de acuerdos comerciales que hoy posibilitan su presencia en 23 provincias argentinas, su creciente control supermercadista y el posicionamiento de mafias controladoras del cada día mayor contingente inmigratorio. Importaron idioma, fisonomía, costumbres y cultura, en total contradicción con lo poco que ya queda de argentinidad.
El inicio de las relaciones diplomáticas entre Argentina y China se produjo el 26 de mayo de 1945, durante los gobiernos de Farrell y Chiang Kai Shek. Las relaciones comerciales se hicieron efectivas en 1954, cuando se efectuó una importante operación de granos a través de una firma denominada Melati. Luego, en 1955, el vicecanciller chino condecoró al general Eugenio Aramburu con la Orden de las Nubes Propicias.
La China de Mao impuso un receso hasta el gobierno del general Lanusse, quien -ideologías aparte- la reconoció el 19 de febrero de 1972. «Profundamente confiamos en que, luego del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Argentina y China, y a través del común esfuerzo de las partes, las relaciones entre los Estados y la amistad de ambos pueblos, indudable y progresivamente, lograrán acrecentarse y desarrollarse», fueron las premonitorias palabras del designado embajador argentino en Pekín, Eduardo Bradley (Ministerio de Relaciones Exteriores, Memorias del año 1972, pág. 22).
En el gobierno democrático de 1973 al 976, se estancaron las relaciones.
Las relaciones durante el Proceso
Durante el Proceso se reanudaron los vínculos bilaterales. El 2 de febrero de 1977 se firmó un convenio comercial entre el ministro de Relaciones Exteriores, César Guzzetti, y el embajador chino en Buenos Aires, Zheng Wei Zhi, (ley 21.758).
Más adelante, en junio de 1978, visitó China el ministro de Economía, José Alfredo Martínez de Hoz, quien señaló como una «neta división entre todo lo que puede ser político y lo económico y comercial» {La Nación 6/6/78, pág. 20).
Dos años más tarde, en 1980, Jorge Rafael Videla se convirtió en el primer presidente argentino y latinoamericano en visitar China. Los acuerdos e intercambios de notas firmados por Martínez de Hoz y Videla constituyen la reafirmación jurídica (que había iniciado Lanusse) en las relaciones económicas y culturales de las décadas siguientes, hasta nuestros días.
El 3 de abril de 1982 (un día después del desembarco en Malvinas) el Consejo de Seguridad de la ONU, por instancia británica, aprobó la resolución 502 (que pedía el cese de hostilidades). En esa votación, China se abstuvo, en un entendimiento con el Reino Unido por el tema de Hong Kong y Taiwán. Meses más tarde, en septiembre de 1982, la primera ministra británica, Margaret Thatcher, visitó China.
El período democrático
Tras el retomo de la democracia, el entonces presidente Alfonsín visitó China y apoyó su ingreso al Tratado Antártico y el establecimiento de dos bases, denominadas Gran Muralla (en 1985) y Zhong Shan (en 1989). Carlos Menem inició su relación con China a través de la firma de acuerdos de cooperación de energía nuclear. En mayo de 1990 el presidente Yang Shang Kun visitó por primera vez Argentina. En noviembre de ese año Menem fue a China y, tras esa recorrida, comenzó un masivo ingreso de productos chinos, ocasionando un severo déficit comercial. Paralelamente las «Tríadas», instaladas desde los 70, intensificaron su fuerza.
En 1995, Menem visitó por segunda vez China. Entonces, se incrementó una inmigración constante y se firmaron innumerables acuerdos que configuran el andamiaje de las futuras acciones del gobierno kirchnerista. Pero ese tema será abordado en la próxima columna.


ARGENTINA - CHINA (II)

Artículo publicado en el diario El Tribuno el 14 de marzo de 2011
Por Javier Cornejo

En 1711 se publica en Londres el plan estratégico británico para conquistar las Provincias de España en América, bajo el título: «Una propuesta para humillar a España», que fue adoptado y ejecutado por el canciller Williams Pitt, a partir de 1804. (El Tribuno, 19/7/10)
Además de su dedicación táctica y militar, esta «propuesta» echa las bases de lo que luego fue la constante poblacional en Latinoamérica: masacre y reemplazo. A lo que George Canning denominó el programa a cumplirse en 300 años.
Paradójicamente, esos 300 años referidos se cumplen en el devenir de este 2011.
Mientras el plan Pitt se desarrollaba en Sudamérica, en el otro lado del mundo desde las plantaciones de amapolas de la India Británica, la British East India Company introducía ilegalmente el opio en la China de Yongzheng
La interrelación societaria que emerge antes, durante y después délas «guerras del opio», entre compañías británicas y chinas se mantiene hasta nuestros días, bajo la figura de mixturas societarias de joint-venture o UTES. A partir de los acuerdos del presidente Néstor Kirchner con Hu Jintao, se instalaron en todas las provincias de ¿nuestro? país: desde Jujuy (San He Hopefull Grain & Oil Group Litio) hasta Tierra del Fuego (TDFEyQ Urea).
Objetivo: llevarse todo
Exhaustivas investigaciones realizaron Juan Carlos Cena, Patricio Eleisegui, Axel Borgia y Ricardo Segretin en el diario chino La Gran Época.
Reemplazo poblacional
Los argentinos son diezmados desde las guerras de la independencia, guerras intestinas, de la organización nacional, al Paraguay, epidemia
importada de fiebre amarilla, cólera, epidemias en tolderías indígenas, campaña del desierto, de la federalización de Buenos Aires, golpes de estados causantes de matanza y emigración (El Tribuno, 3/09/09, pág. 20).
Hubo una inmigración que ocupaba el lugar que dejaban los anteriores. Inmigración de pueblos mayoritariamente europeos o de Medio Oriente, que pudo asimilar las costumbres imperantes tomándolas como propias e incorporándoles las suyas
Todo amparado por normas jurídicas iniciadas en el Preámbulo de la Constitución Nacional convocando a «todos los hombres del mundo que quieran habitar suelo argentino», y garantizando los derechos del «habitante» en desmedro del «ciudadano»: artículos 14, 16, 17, 18, 19, 20, etc..
En nuestros días, la supresión poblacional es ejercida por las propias víctimas que, incluso «pagan» su propio exterminio, al amparo de una legislación permisiva del uso de sustancias tóxicas, ocasionando una estampida de atroces asesinatos y actos delictuales desembocando en una constante lucha y matanza de pobres contra pobres
Conjuntamente a la instalación empresaria de succión de nuestros recursos naturales, arriba en forma creciente la mano de obra especializada, china, con que contarán dichas compañías
A tales efectos se reglamenta la Ley de Migraciones 25.871 por el Decreto 616 del 3/5/10. En su extenso articulado se garantiza a los extranjeros, aún en situación inmigratoria irregular o cuasidelictual, (art. 7-8) el acceso a la salud, educación, trabajo, empleo, seguridad social, etc., con que no cuentan los nacionales.
Destacándose el artículo 9 inciso C: «A tal fin se contemplará la utilización de sus lenguas de origen y la asistencia de intérpretes lingüísticos y mediadores culturales». El derecho a voto está establecido en el artículo 11.
Actualmente suman más de 120.000 los asiáticos trasplantados a Argentina, con su especialísima idiosincrasia y bagaje cultural a cuestas, configurando el alfa y omega del programa de 300 años que el imperio británico reservó para estas latitudes en control funcional de los recursos necesarios para el futuro de la humanidad global, en la que los argentinos parecemos no encontramos.


ARGENTINA - CHINA (III)

Artículo publicado en el diario El Tribuno el 21 de marzo de 2011

Cuando China alimenta su economía a costa de la corrupción de los funcionarios de los países que ocupa, y a través de sus empresas que actúan con el absoluto apoyo del Estado chino.
Amparados por la poderosa Casrech (Cámara Argentina de Supermercados Chinos), ya se encuentran instalados en el país más de 10.000 supermercados de ese país con mano de obra exclusivamente china.
Controlan más del 30% de la venta de alimentos. La ubicación no es casual; es planificada expresamente para controlar el aprovisionamiento interno y «elegir» paulatinamente el tipo de alimento que consumirá el argentino.
La CNOOC (China National Oil Offshore Corp.) controla la petrolera Bridas. Explota Cerro Dragón, en Chubut, y se aseguró los derechos de extracción de hidrocarburos por 40 años en Santa Cruz. La MCC es la titular de la explotación de hierro de Sierra Grande, y construyó un ferroducto de 31 km. hasta su puerto propio en Punta Colorada.
Es incalculable la cantidad de agua dulce que requiere esta explotación. La TDFEyQ (Tierra del Fuego Energía y Química) está posicionada en el 100% del gas de Tierra del Fuego a un precio de regalía de U$S 1.80 por millón de BTU (el precio internacional es de U$S 5). Se encuentra instalando una planta de fertilizantes (urea) en Río Grande y encara la construcción de un ferrocarril y puerto propios.
La Beidahuang ocupó Río Negro, elaboró un proyecto a 20 años para la plantación de 320.000 hectáreas de soja por irrigación, asumiendo el total control de las cuencas hídricas de la provincia.
Las condiciones del convenio abarcan mucho más que el otorgamiento de la tierra. Baste sólo citar que la empresa se encuentra exceptuada de «todo tipo de impuestos y tasas».
El acuerdo para su llegada prevé que «el Gobierno provincial proporcionará las infraestructura de oficina y elementos de escritorio... poniendo a disposición los técnicos para la confección de los proyectos necesarios». Incluye, además, el uso «sin cargo alguno» del puerto de San Antonio.
Los afincados en el Alto Valle denunciaron como una seria amenaza esta sojización transgénica de agricultura sin agricultores.
La Strong Energy avanza con la soja en la Pampa y Neuquén. También con proyectos de energías alternativas eólicas y solares.
La Tianbao PV se posiciona en Mendoza, San Juan y San Luis y, en combinación con capitales holandeses, avanza sobre el vino. En San Juan la MCC confirmó la extracción de oro y plata en el Departamento de Iglesias.
En San Luis, en convenios con el Gobierno, desembarcó el supermercadismo con toda su fuerza.
Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos son la base de aprovisionamiento de soja, carne (vacuna y porcina); del supermercadismo intensivo y de aceites y biocombustible.
En el NEA y Santiago del Estero, el embajador Zeng Gang ya adelantó sus intereses madereros y arroceros.
En el NOA, el interés minero está representado por Shandong Gold .Además se ubica en la extracción de oro de Famatina (La Rioja). En Salta y Jujuy, las «tierras raras» y el litio constituyen la vedette de sus apetencias. De la manera expuesta, al ganar espacio en países que le son funcionales, «China sólo depende de China» (Patricio Eleisegui: Invasión China).
 

 

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