Juan Carlos González Costa entrevista al Comisario Inspector (RA) PBA Oscar Alberto Sosa sobre los recientes actos violentos en la Prov. de Córdoba debido al paro policial en reclamo de aumentos salariales. La situación de las Policías, su rol, funciones, atribuciones, competencias, leyes, autoridad y el poder político ausente de los dramas sociales de violencia que enfrentan. La educación devenida de la democracia y los acuerdos de Madrid firmados por Menem y Cavallo de disolución nacional. La droga, el Sedronar y la complicidad política.
A continuación se exponen varios artículos del Dr. Javier Cornejo publicados en el diario El Tribuno desde el año 2009, destacando el tema de esta recopilación.
EL DESALOJO DE LOS
ARGENTINOS
Publicado en el diario
El Tribuno el 06 de agosto de 2009
Muchos conocemos a Juan
Bautista Alberdi en el plano «constitucional». Poco conocemos al Juan Bautista
Alberdi de los «escritos póstumos». Tal como su importantísima obra publicada
en 1875 y que tituló: «Estudios económicos».
Interpretación económica de
la historia Argentina y Sud América». En la página 43 se desprenden palabras de
rigurosa actualidad: «La América del Sud está ocupada por pueblos pobres que
habitan suelos ricos».
Después de esta observación
elemental, el pensador argentino señala, como tesis de su obra, que «la Europa
presta al suelo, no al hombre, cuando presta su dinero a los Estados de América
del Sud».
El objetivo del acreedor,
según Alberdi, es obtener la propiedad del suelo gravado en garantía de su
deuda dineraria. Por eso, al momento de la ejecución de los bienes del suelo
para obtener el pago de su crédito, exige el suelo desocupado de habitantes.
¿Y cómo se desaloja todo un
continente?... se pregunta el autor. A ello responde: «Provocando guerras u
otras calamidades por cualquier pretexto y sin ningún sentido». «Son así las
guerras que han asolado a Paraguay y a
Entre Ríos, que se han hecho
con el oro de los ingleses» (página 91).
Si tomamos estos conceptos
embrionarios como base analítica de lo que está ocurriendo actualmente en la
República Argentina, constatamos que parece haber llegado la hora de la
«ejecución de nuestra garantía» a favor de nuestro usurario acreedor, y debemos
entregar el suelo libre de ocupantes.
Así también, cooperar
eficazmente para la entrega del inmenso potencial energético que significa
nuestra Antártida y adyacencias, ofreciendo a quien resulte su propietario, el
reservorio futuro de la humanidad.
De allí se infiere que se
impone el «exterminio» de la población argentina, se debe entregar el suelo (es
decir el patrimonio público y privado con sus recursos naturales intactos)
libre de ocupantes.
El accionar se aceleró frenéticamente
por medio de las herramientas actuales de exterminio. ¡Atrás y lejos quedaron
los Ejércitos de ocupación con metralla, pólvora y fusiles! ¡A comienzos de
1800 ya Beresford los reemplazó por: letras de cambio, pagarés, acuerdos
comerciales y tratados que se deben cumplir!
Las armas del exterminio
funcionan a la perfección:
- Guerra química: «Consumo de drogas» con proyecciones estremecedoras en nuestra juventud. Próxima despenalización de la tenencia; con lo que se abre la puerta a la legalización del tráfico total, pre-anunciada por lluvia de drogas en cielos salteños.
- Guerra bacteriológica: consumada con las pandemias, sin ningún control sanitario riguroso de sida, cólera, meningitis, hepatitis, mal de Chagas, fiebre amarilla, dengue, gripes en sus diversas variedades, y la nueva gripe medieval que ya hace estragos en China; vigentes en la pobreza creciente que asola a nuestro país y que niegan los indicadores con precisas instrucciones. Desembocando en un incremento de la mortalidad infantil.
- Desquicio educacional: aumento de una TV espúrea que cala el último rincón con su mensaje desintegrador.
- Guerra económica: instrumentada en la siniestra cantidad de medidas y actos administrativos de «ajuste» de nuestros gobernantes. Incremento inusitado de muertes por accidentes en transportes públicos y privados: caos en el respeto a las normas de tránsito. Conductores bajo los efectos de todo tipo de sustancias.
-
Total crisis institucional:
en la que la imagen y autoridad de gobernantes se asimila en forma creciente al
término «corrupción».
Inseguridad:
como «normalidad» creciente Guerra civil: en el mundo tenemos hartos
ejemplos de guerras «provocadas». Piquetes y contra piquetes, pobres contra
pobres. Ocupas contra ocupas.
Indefensión total a cualquier
intención de ocupación de nuestro territorio por cualquier fuerza de ocupación
extranjera. Inexistencia de las Fuerzas Armadas.
En este somero análisis
constatamos la gravedad de una realidad que se nos oculta sistemáticamente y
nos hace parecer que los acontecimientos que ocurren lo son por casualidad del
devenir histórico, y no por una «causalidad» eficientemente provocada con el
único fin de reducir y aniquilar a la población en un continente (Sudamérica
Antártida) con los recursos naturales necesarios para la subsistencia y control
de la humanidad del futuro.
Intentar tapar esta espantosa
y concreta realidad, es un genocidio sin límites, por parte de nuestros gobernantes
a los que sólo parece preocuparles la eternización en un poder de miserables.
Los conceptos de este
comentario encuentran su basamento en la obra del Dr. Julio González: «Los
tratados de paz por la guerra de las Malvinas», de agosto de 1998.
SUBVERSIÓN ECONÓMICA
Publicado en el diario
El Tribuno el 01 de febrero de 2010
El llamado «Fondo del
Bicentenario» se configuró con el pretexto de atender los pagos de la deuda
externa con el producido por el trabajo de todo el pueblo argentino. Aunque no
sabemos cuál será su real destino.
Desde el año pasado, flota en
el ambiente financiero argentino la amenaza gubernamental de la implementación
del llamado «Fondo Patriótico».
Una especie de «bono
corralero». Es decir, un bono que equivaldría a los depósitos particulares
existentes en el circuito bancario.
Es preciso hacer memoria en
forma inmediata:
Durante el año 2002 el
Congreso Nacional, por exigencia del FMI, se avino a derogar la ley de
Represión de la Subversión Económica. La misma lleva Nº Original 20.840 y
sancionaba con severas penalidades el vaciamiento de empresas y de un modo muy
especial el vaciamiento de bancos.
Tal vaciamiento bancario
ocurrió en nuestro país a fines del 2001.
Se hizo caso omiso de la ley
25.466, que establecía la intangibilidad de los depósitos, protegiéndose a los
ahorristas de cualquier alteración de la moneda y del monto depositado que
pudiera perjudicarlos.
En dicha oportunidad, el
Estado dejó en la impunidad a todo el sector directivo bancario que despojó a
los ahorristas argentinos, configurando un evidente acto de subversión, de
terrorismo económico.
Se impone aclarar estos
conceptos de acuerdo al diccionario de la Real Academia Española: el vocablo
«subvertir» significa trastornar, alterar, destruir. Más en el sentido moral.
El vocablo «terrorismo» significa «dominación por el terror».
Ambas palabras no son
sinónimos, sino que tiene significados complementarios. Al incautarse a los
depositantes sus depósitos, el banco «trastorna» a la sociedad y a los
depositantes. Les crea angustia y los «altera» moralmente por su impotencia. Es
más, coloca a las personas frente a esta disyuntiva: ¿por qué el que asalta a
un banco va preso? y ¿por qué el banco que despoja mediante un ardid de abuso
de confianza a quienes concurrieron a él para guardar su dinero no tiene
sanción de ninguna especie?
La conclusión es que el
despojo provoca la desesperación frente a la falta de tutela del poder público
y una dominación a las víctimas por el terror económico que ha de sobrevenir.
Esto es por falta de recursos, por falta de poder disponer de su propio dinero,
por la carencia que en todos los órdenes le aguarda al damnificado.
Los daños son materialmente
comparables a los que provoca una subversión armada o bélica con el agravante
de que en este caso el daño se «proyecta» sobre la víctima a través del tiempo,
y se extiende a sus allegados, ya que los priva de la asistencia familiar con
la que contaban para realizar sus vidas.
El pueblo argentino está en
la más absoluta indefensión.
Nuestros gobernantes están
condenando a toda la sociedad argentina a que sufra las consecuencias previstas
por Franchesco La Terrada en su monumental obra «Programa del curso del Derecho
Criminal». Este autor determina con precisión matemática lo siguiente:
«El delito no reprimido
multiplica el quehacer de los delincuentes en progresión geométrica».
«La víctima no reconocida
recurre a las vías de hecho para hacer justicia por mano propia y comete tantos
delitos en progresión aritmética».
Toda la sociedad entra así en
una entropía o desorden total que la disuelve. Físicamente con la inseguridad
creciente, y moralmente aniquilada por el terrorismo económico que se cierne en
nuestro desquiciado horizonte.
Situación a la que la
Presidente sólo parece oponer la caricatura de humoradas sexuales y dietas
light acordes a su nivel intelectual y moral, a contramano de la atroz realidad
de supervivencia del pueblo argentino, en una cruel burla con la que nos hace
conocer el dolor de la vergüenza que nos provoca su representación
gubernamental.
ESTERTORES GEOPOLÍTICOS
Publicado en el diario
El Tribuno el 01 de marzo de 2010
El sinnúmero de hechos y
actos que ocurren en nuestro vapuleado mundo, cada vez en forma más frecuente y
acelerada, denotan con claridad que nos encontramos en un proceso de
transformación de valores, instituciones, principios, normas jurídicas,
sistemas de convivencias y creencias, cuyo resultado se encuentra empañado en
una nebulosa que impide su comprensión.
La única manera válida es
atenernos al siguiente principio original: nada ocurre por casualidad, los
hechos físicos y actos humanos son producto de una eficiente causalidad.
Por otra parte, tanto los
hechos como los actos se encuentran interrelacionados entre sí (los hechos con
los hechos, los actos con los actos, los hechos con los actos y actos con los
hechos). Por ello, es totalmente imposible intentar la comprensión de un hecho
o un acto en forma aislada.
Es decir, es imposible comprender
el devenir histórico, si no consideramos en su integridad el complejo tejido de
interrelaciones de los ¿por qué? y ¿para qué? , en combinación con los hechos
y/o actos que en definitiva resultaron como respuesta a tales interrogantes.
Así tenemos que el
reacomodamiento geopolítico del planeta presenta un escenario en el que
distintos «gladiadores» se disputan el control energético del mundo futuro.
Nada nuevo, es el Prometeo
Platónico «control del fuego», repetido cíclicamente. En esa lucha de titanes,
de imperios, adquiere un papel decisivo la ocupación efectiva de los
territorios en los que existen las materias primas esenciales para la
sobrevivencia de la humanidad: agua, alimentos, minería, etc..
La geografía de nuestro país
continental, insular y proyección antártica, es el actual escenario de
apropiación de recursos, en el que el imperio británico estableció en forma
categórica sus pretensiones.
De allí que claramente se
pueda inferir lo siguiente:
1.- El concepto de
«soberanía» es reemplazado por el de «discusión de límites». Ello dará rienda
suelta a acuerdos de «cooperación» para que empresas «K» y menemistas
participen junto a las británicas en la explotación de «determinados» recursos
naturales. No sólo en territorio insular, sino continental, en donde se prevé
la instalación de las obras de infraestructura necesarias de apoyo a los
trabajos marítimos. (Ej.: Pista de aterrizaje para grandes aeronaves en Río
Negro de propiedad de Thomas Lewis). Repsol ya anunció su arrimo.
2.- Gran Bretaña,
sustentándose en los tratados firmados con Argentina, en 1990, en Madrid y
Londres, procederá a la ocupación antártica, sobre la que nuestra permanencia,
desde hace 106 años, es «indiscutible» para el resto de los países,
fortificando la posición británica frente al mundo.
3.- El otro brazo del
Commonwealth, Australia, extenderá su ocupación del Continente Blanco, por el
otro lado del mundo. Frenando las pretensiones rusas y de países orientales que
intentan un posicionamiento.
4.- La denominada Comunidad
de Estados Latinoamericanos y Caribeños, recientemente formada en México, al
excluir a EEUU, es afín al imperio británico. Sus declamaciones sólo provocarán
una puesta en escena verborrágica, en la que se aparentará el logro de acuerdos
entre los gobiernos de Argentina y Gran Bretaña, producto de la «presión»
ejercida por la que Londres se vio «obligado» a conceder importantes beneficios
económicos en la relación de ambos países.
5.- La presidenta Fernández
designó al banco británico Barclays Bank PLC como coordinador para la
regulación y pago de nuestra deuda externa.
Este banco es el propietario
de las acciones de la empresa Desire Petroleum, dueña de la plataforma
petrolera Ocean Guardian, que ya se encuentra perforando en Malvinas en las
áreas que le fueron adjudicadas. Este banco fue señalado como «responsable» de
la crisis financiera mundial por el secretario del Tesoro de EEUU, Henry
Paulson, en su libro «On the Brink» (Al borde del abismo): «Estoy muy asustado.
Los ingleses nos han jodido» (sic), palabras pronunciadas en ocasión de la
negativa de absorber los activos tóxicos que el mismo Barclays le generó a
Lehman Brothers, provocando su caída. Lehman era un banco con 158 años de
historia.
Constatamos que la sumisión
por la deuda externa y la expoliación soberana siempre fueron de la mano del
mismo ejecutor.
Como contrapartida, el
hambre, la miseria, enfermedades, drogadicción, matanza de pobres contra pobres
y la aniquilación del argentino se incentivarán hasta lograr el despoblamiento
deseado.
Recordemos: nuestro suelo debe entregarse «libre de ocupantes».
SENSACIÓN
Publicado en el diario
El Tribuno el 16 de mayo de 2011
Las perspectivas de este
invierno se perfilan con un frío que hará sentir su presencia.
No existen pronósticos
valederos que aseguren un «calentamiento global» moderador de la fase de
glaciación a que avanza el planeta, en consonancia a los concretos ciclos
solares.
Si, por una parte, la falta
de gas ocasiona que debamos paralizar las fábricas, o nos imposibilite prender
una hornalla para cocinar lo indispensable, y por la otra, si advertimos que
las estaciones de servicios cruzan sus mangueras de combustible, o las pocas
que expendan lo hagan cuotificadas, no entremos en pánico, evitemos que el mal
humor nos invada. Estaremos asistiendo a una «sensación» generalizada de
escasez, que según nuestros funcionarios nacionales, es sólo eso: una
sensación.
No
es una escasez real
El 7 de diciembre de 2010 nos
anunciaron que flotábamos en un mega-yacimiento de gas en el sur argentino. (El
Tribuno, 10-12-10).
Hace pocos días, la Sra.
Presidenta nos anoticia de que nadamos en un mega-yacimiento de petróleo
complementario del anterior (El Tribuno, 10-5-11).
Esta «sensación» merece
alguna explicación: por los gasoductos por los que hasta hace pocos años
enviábamos el producto a países vecinos, ahora, viene.
Como toda «sensación», en
ella no caben cuestiones triviales como precios y participantes de tales
importaciones. Es de mal gusto.
Tampoco se debe hablar de lo
sonso que son los catalanes de Repsol que, justo pocos días antes del anuncio
del inconmensurable hallazgo del yacimiento petrolífero neuquino, vendieron sus
acciones societarias a
Eskenazi, a bajo precio.
Tampoco vale la pena hablar
de (el presidente de Venezuela, Hugo) Chávez, ni de los buques que nos traen un
fueloil que hasta las calderas industriales les cuesta quemar. No hablemos de
esa calidad en motores.
Menos de precios. De
subsidios, ni se nos ocurra.
Tampoco necesitamos
inversiones en infraestructura, ya que hace años que no hacemos nada, no lo
empezaremos a hacer ahora que los «mega» están por todos lados. Es sólo
cuestión de tiempo que salgan a la superficie y nos abastezcamos en abundancia.
Una vez hubo un Gral.
Mosconi, a quien -junto al presidente Hipólito Yrigoyen- se les ocurrió la
barbaridad de hacer un YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales, para los que no
conozcan las siglas) para junto a Gas del Estado autoabastecernos de
combustibles energéticos. Tal programa a partir de 1976 ingresó el camino de la
aniquilación que hoy festejamos con la inmensa algarabía y fiesta importadora.
Nuestro destino de granja
exportadora de materias primas en su estado absolutamente primario se
acrecienta en los acuerdos con el ministro de Comercio de China Sr. Chen Deming
para destrabar las ventas de los «granos» de soja, esenciales para el viento de
cola de dilapidación clientelista gubernamental.
La «economía de extracción»
china ya dispuso, en un operativo de dumping atroz, la llegada de tubos de
acero para la extracción petrolera en los pozos que los mismos chinos
arrasarán.
Como es tradición, en este
«modelo K», el ejecutivo mantiene un discurso, pero ejecuta lo diametralmente
opuesto, desembocando en una concreta y real sensación impúdica de egoísmo y de
un «sálvese quien pueda en forma individual», que se va apoderando de una
población que, hasta hace pocos años, estaba dispuesta a dar la vida por el
bienestar de sus hermanos y compatriotas.
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